Este miércoles Teresa Romero, la auxiliar infectada de ébola accidentalmente al atender a los dos misioneros fallecidos y expatriados desde África, ha abandonado ya el hospital Carlos III de Madrid tras superar totalmente la peligrosa enfermedad.
Romero permanecía ingresada desde el pasado 6 de octubre, cuando dio positivo en un test después de varios días con síntoma en los que no se adoptaron medidas de aislamiento.
En una rueda de prensa en el mismo hospital Romero ha gradecido su curación al equipo médico pese a la “nefasta dirección política”, y ha considerado “un milagro” su curación. “No sé qué es lo que falló y si es que falló algo. Solo sé que no guardo ningún rencor”, ha dicho leyendo un comunicado al abandonar el centro sanitario. La sanitaria ha dado las gracias a Dios, “y a Santiago Apostol”, por su curación y agradecido también a la misionera Paciencia que se prestara para el uso de su sangre como medicamento preventivo, asegurando que ella también lo hará así.
El equipo médico ha confirmado que Romero no supone ningún riesgo de contagio dado que el virus ya no está en su cuerpo aunque aún no se puede hablar de “recuperación completa” de la auxiliar, que sigue recuperándose de los problemas adicionales que causó en su cuerpo el virus de origen africano.
El personal que atendió a Teresa Romero permanecerá bajo vigilancia para prevenir y actuar ante un posible contagio durante los próximos 21 días siguiendo los protocolos recomendados.