El San Antón más solidario se celebra en El Bierzo
La tradicional bendición de animales domésticos que cada año tiene lugar en la iglesia de Santa María de Cacabelos con motivo de la festividad de San Antón tuvo este año un marcado carácter solidario gracias a la iniciativa del párroco local, Jesús Álvarez, para que los devotos que acudieran con sus amigos peludos a recibir el agua bendita colaborasen con el banco de alimentos para mascotas de Ponferrada (Bamp) con la donación de pienso o latas. “Nos llamó el párroco y nos dijo que quería colaborar con nosotros a través de los donativos de los feligreses”, explicó la presidenta del Bamp, Liliana García, que se mostró “sorprendida y encantada” a partes iguales por la llamada del párroco.
Es la primera vez en la que esta pintoresca tradición, que cada año reúne a decenas de amantes de los animales a las puertas del templo, recauda alimentos para las mascotas de la comarca. Este año, el buen tiempo permitió la asistencia de un gran número de personas, que llegaron al atrio de la iglesia acompañados de sus perros, gatos y periquitos. La nota de color la aportó un pequeño conejo ataviado con un llamativo lazo de color rosa.
Tras una breve oración en la que destacó la importancia de los animales en la Biblia, visible en episodios como el del Diluvio Universal, el responsable de la parroquia se acercó hasta el centro de la plaza para bendecir con agua sagrada a los numerosos animales que participaron de este acto tradicional. “Estamos muy contentos, esto es sólo el principio y esperamos que la iniciativa siga creciendo en los próximos años”, explicó el sacerdote, que recordó que la idea de recoger alimentos para los animales de compañía partió de los niños que participan en las sesiones de catequesis.
“Ellos fueron los que planearon hacer esto para ayudar a los animales domésticos, que también han sufrido las consecuencias de esta terrible crisis”, afirmó el párroco. Su llamada a la solidaridad con los mejores amigos consiguió reunir en el punto de recogida habilitado junto a la entrada principal del templo decenas de kilos de comida para mascotas, gracias a los sacos que aportaron los asistentes. Además, según aseguró, numerosas donaciones de personas que no pudieron acudir a la cita ya se han recogido en los locales gestionados por la Iglesia en Ponferrada.
Casi diez toneladas de ayuda
La ayuda recogida hoy se destinará en su mayor parte al banco de alimentos para mascotas de Ponferrada (Bamp), una organización que surgió en noviembre de 2013 y se constituyó en asociación en enero de 2014 por iniciativa de cuatro personas amantes de los animales. Tras cuatro años de actividad, a día de hoy son tres las personas que se encargan de los repartos mensuales, apoyados por un equipo “fantástico” de diez voluntarios, explica la presidenta de la asociación.
Entre los elementos que el colectivo proporciona a los dueños de mascotas que atraviesan por dificultades económicas, el grueso principal del material está formado por pienso y latas de alimentación, aunque también se ofrecen otros productos como pipetas para desparasitar, camas o mantas. Además, el Bamp también se encarga de gestionar las licencias de los “perros mal considerados peligrosos”. “Cuando tenemos dinero, hasta pagamos las vacunas”, explica García, que recuerda que en el último año la asociación pudo hacerse cargo de la vacunación de los animales de todos los beneficiarios, gracias a la colaboración de un comerciante instalado en el centro comercial.
Sin disfrutar de ayudas por parte de las instituciones públicas, la asociación “subsiste a base de los donativos de la gente” y continúa buscando un local estable desde el que operar, tras pasar por varios almacenes de bares y garajes particulares. A día de hoy, los repartos se llevan a cabo una vez al mes tanto en el bar El Búho de Narayola como en un bajo particular de la zona alta de Ponferrada. “Seguimos como al principio”, lamenta García.
En estos cuatro años de actividad, el colectivo ha repartido cerca de diez toneladas de alimentos, entre todos los beneficiarios de la asociación, a razón de unos 200 kilogramos de comida al mes. “La gente se involucra mucho”, valora la presidenta del Bamp, que recuerda que el colectivo cubre sus necesidades de recaudación con la celebración de eventos culturales como conciertos o monólogos.
Actualmente, el Bamp atiende en la comarca a ocho perros, seis de ellos de raza pequeña, y dos gatos, por lo que las necesidades mensuales se han reducido. “Además, en la campaña de navidad ha habido gente que se ha puesto a trabajar y no sabemos si van a volver”, señala la presidenta de la asociación, que celebra que se note esa baja en el número de beneficiarios.
Requisitos para recibir la ayuda
Para entrar a formar parte del grupo de beneficiarios del Bamp, las mascotas deben disponer de microchip identificativo y estar al corriente de la vacuna de la rabia. Estos dos requisitos obligatorios, cuyo coste conjunto asciende a los 30 euros gracias a la colaboración de dos clínicas veterinarias de la ciudad, los cubre la asociación, que otorga tres meses de plazo al propietario del animal para devolver el dinero avanzado.
En cuanto a los dueños, deben estar inscritos como demandantes de empleo y presentar un justificante de los ingresos que percibe la unidad familiar. García recuerda que este sistema “estricto” responde al hecho de que “cuesta mucho que la gente dé comida y hay que entregarla a quién realmente la necesita”. En la misma línea, los beneficiarios deben acreditar un mínimo de seis meses de convivencia con el animal. “No podemos asumir la alimentación de todo el mundo que ahora se encuentre un perro y quiera adoptarlo”, explica.
Entidades colaboradoras
Para llevar a cabo una donación en favor del Bamp, los interesados pueden dirigirse a la Clínica Veterinaria Ponferrada, al Centro Veterinario El Plantío o a la tienda Animal's Spa de la capital berciana. En la zona alta de la ciudad, también colabora con la asociación el comercio Factor EXP y en la localidad de Narayola, el bar Búho.
La asociación también dispuso en el pasado de dos casas de acogida para los animales abandonados aunque a día de hoy ninguna de ellas se vé obligada a acoger a un huésped. “En caso de encontrar un animal abandonado, lo llevamos al veterinario para que le haga las pruebas correspondientes, lo vacune y lo desparasite y le ponga un microchip a nombre de la asociación”, explica García.
La asociación publica después la factura en las redes sociales y los colaboradores pueden pagar parte de ella o la totalidad, directamente en el centro veterinario o a través del Bamp. En cualquier caso, la asociación busca “casas de acogida indefinida”, ya que el traslado de un animal una vez que éste se ha habituado a un sitio tranquilo y a una gente concreta, suele ser contraproducente, recuerda García.
Además, la asociación colabora de manera habitual con un colectivo de similares características que opera en la ciudad de León bajo el nombre de MasQPerros, con el que organizó el año pasado una masiva recogida de alimentos, bautizada como 'Operación saco', en los distintos supermercados de la cadena Mercadona en la provincia. El Bamp también mantiene contactos con otras organizaciones hermanas en ciudades del resto de España como Madrid, Sevilla o Barcelona.