Finalizada la época de riego y con las primeras lluvias de septiembre llegando a León los regantes de la provincia de León, representados por las comunidades de regantes del sistema Esla-Valderaduey, piden que no se deje fluir el agua que corresponde a Portugal según los convenios internacionales y el específico entre España y nuestros vecinos para compartir los recursos hídricos.
Así se lo han trasladado sus representantes al Gobierno en una reunión mantenida este lunes en la Subdelegación del Gobierno en León con el representante gubernamental, Faustino Sutil, y el presidente de la Diputación de León, Eduardo Morán. En ella se ha abordado la obligación legal de España de dejar que 800 hectómetros cúbicos de todas sus cuencas hídricas lleguen al país vecino, de los que 24 hectómetros cúbicos deberían salir de los pantanos leoneses de Porma y Riaño, dedicados fundamentalmente al riego de la agricultura en la provincia de León, Zamora, Palencia y Valladolid.
Los regantes leoneses llevan semanas subiéndose al carro de una interpretación que hasta ahora nunca se ha dado, entre otras cosas porque no cumplir el convenio supone violar el derecho internacional. Según su versión la polémica es este año debido a las circunstancias de sequía excepcionales ya que los actuales pantanos de Porma y Riaño “son muy poco suficientes para la extensión de regadíos que tenemos”. El Convenio de Albufeira, en realidad 'Convenio sobre cooperación para la protección y el aprovechamiento sostenible de las aguas de las cuencas hidrográficas hispano-portuguesas', fue firmado por el Gobierno de José María Aznar en 1998 y en aquella época León y las zonas regables con su agua estaban lejos de las 100.000 hectáreas actuales dedicadas a consumir agua de estos recursos.
La polémica viene dada por la publicación de que España debe dejar fluir hasta Portugal, no trasvasar que es un concepto distinto, hasta 800 hectómetros cúbicos de todas las cuencas compartidas para cumplir sus compromisos de agua compartida y mantenimiento de cauces ecológicos. Portugal, al igual que España, ha vivido uno de sus veranos más secos y ha finalizado el año hidrológico, que termina el 31 de agosto, con sus reservas hídricas muy mermadas.
El representante de los regantes más beligerante fue Herminio Medina, de la Junta de Desembalse de Valladolid que recoge el agua del trasvase del pantano de Riaño al río Carrión palentino, que señaló que “ni una gota de agua a Portugal”. Según su opinión “es lamentable que a los regantes se les haya cortado el cupo y ahora mandamos el agua para Portugal para producir electricidad”. El portavoz de los regantes ha señalado que sí se consume todo el agua de los cupos normales para la agricultura, reducidos este año por la sequía y para ahorrar para el año que viene, la situación sería que se quedaría Riaño al 20%, la llamada 'reserva nacional', que según señala “ese agua es nuestra”. Su preocupación principal es lo que pueda suponer de cara al futuro y los posibles años venideros de sequía
Matías Llorente, representante de la Comunidad de Regantes de la Margen Izquierda del Porma, señaló que se buscaban opciones para poder reducir los 24 hectómetros cúbicos a la mitad, cuando actualmente entre los dos pantanos suman algo menos de 330 hectómetros en estos momentos. Los regantes se movilizarán en León lunes 19 de septiembre para reivindicar que se recorte el agua hacia Portugal y se renegocie el convenio internacional.
Reuniones para promover el cambio
Desde las instituciones representadas se han mostrado comprensivos con las reivindicaciones de los regantes pero recordando la obligación legal de España de cumplir sus convenios internacionales.
Faustino Sutil, subdelegado del Gobierno, señaló que el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, se ha mostrado dispuesto a reunirse próximamente con los regantes y analizar la conveniencia de modificar los términos del tratado, entendiendo que el cambio climático ha cambiado las reservas hídricas en los últimos años. “Quizás este año de sequía ha detectado puntos a revisar en el convenio y el secretario de Estado ha manifestado no tener inconveniente en recibir a los regantes y que expongan sus inquietudes y preocupaciones”, ha explicado.
El presidente de la Diputación de León, Eduardo Morán, ha señalado que desde la firma el convenio en 1998 por un gobierno del PP el cambio climático ha hecho su efecto y las circunstancias no son las misma, por lo que se ha mostrado comprensivo a trasladar los cambios en el convenio de Albufeira. “No podemos correr el riesgo de modernizar regadíos y correr el riesgo de no tener el agua suficiente para las miles de hectáreas que se están modernizando con dinero público”, ha señalado el presidente provincial. Morán ha pedido que con datos sobre la mesa y ante la situación tan drástica nos demos cuenta que “el cambio climático no es una broma” y tenemos que darnos cuenta que las reservas de agua son inferioes a hace 10 años.