Efectivos de la Policía Local del Ayuntamiento de León y con la colaboración de la Policía Nacional han desarrollado este domingo un dispositivo conjunto en el tradicional rastro de los domingos de la capital leonesa, en el Paseo de Papalaguinda, en el marco de una campaña de control orientada a garantizar el cumplimiento de la legalidad en la venta ambulante.
La actuación, realizada por agentes del cuerpo municipal de policía y de policías nacionales, se ha centrado en concreto por un lado en la detección y retirada de posibles productos falsificados, así como la comprobación de las licencias y las autorizaciones en vigor de los puestos, para impedir la proliferación de algunos puestos que carecen de los parabienes para poder poner a la venta sus productos.
Además, al mismo tiempo, se ha producido revisión de la documentación de los vehículos vinculados a los vendedores en las inmediaciones del rastro, en este caso dentro de una campaña especial de tráfico de control de furgonetas que se mantiene en marcha incluso a nivel nacional.
Esta intervención se enmarca en las actuaciones periódicas que las fuerzas de seguridad llevan a cabo en tradicional el mercado dominical de los domingos en la capital leonesa, que ese día se convierte en uno de los espacios comerciales más concurridos de la ciudad a poco que el tiempo acompañe.
Hay que recordar, además, que en numerosas ocasiones este tipo de controles exhaustivos ha sido reclamado por el grupo municipal de Unión del Pueblo Leonés (UPL) en el Ayuntamiento de León, que al no formar parte del equipo de Gobierno le reclama a éste el fin de la proliferación de irregularidades en el rastro, tal y como ha manifestado su portavoz, Eduardo López Sendino.
Afirmaba Sendino que el rastro dominical leonés se ha convertido “en un auténtico atractivo turístico”, llegando a atraer visitantes de provincias limítrofes que aprovechan para comprar y consumir en la capital leonesa, pero que no pocas veces se encuentran con venta de material falsificado o de origen dudoso. Una práctica que perjudica al comercio local que sí está obligado a cumplir estrictamente la legalidad. En diversas ocasiones ha reclamado que el Ayuntamiento asegure que todos los vendedores del rastro dispongan de licencias en regla, paguen las tasas correspondientes y acrediten la trazabilidad de los productos.