Un total de 562 científicos han firmado hasta la mañana de este sábado una carta abierta en favor de la protección del lobo ibérico, la ciencia y la coexistencia con otras actividades, como la ganadería extensiva.
La organización ambiental WWF ha impulsado esa iniciativa tras la polémica desatada a partir del pasado 4 de febrero, cuando la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad, órgano en el que están representados el Gobierno español, las comunidades autónomas y las ciudades de Ceuta y Melilla, acordó por una mayoría ajustada -nueve votos a favor, ocho en contra y una abstención- incluir el lobo ibérico en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre), lo que significa que se prohibirá su caza deportiva al norte del Duero.
La carta ha recabado el apoyo de 562 científicos, según pudo comprobar Servimedia. Entre los firmantes figuran Eloy Revilla, director de la Estación Biológica de Doñana (EBD); Miguel Delibes de Castro, Javier Castroviejo, Miguel Ferrer, Fernando Hiraldo, Juan José Negro y Xim Cerdá, exdirectores de la EBD, y Pedro Jordano y Fernando Valladares, investigadores del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Los firmantes apoyan el dictamen del Comité Científico -órgano consultivo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y las comunidades autónomas- de recomendar la protección del lobo ibérico por “su importancia como patrimonio cultural, científico, así como los servicios ambientales que produce la presencia de esta especie en los ecosistemas naturales”.
Ese proceso reglado comenzó en octubre de 2019, cuando la Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico (Ascel) planteó a Transición Ecológica que valorara la posible inclusión del lobo como 'vulnerable' en toda España dentro del Catálogo Español de Especies Amenazadas.
Ello supondría dar la máxima categoría de protección al lobo, pero el Comité Científico dictaminó que no hay suficiente información para ello y propuso que, subsidiariamente, se incluya a la especie en el Lespre, lo que supone un único régimen de protección en toda España, prohibir la caza deportiva y que cualquier control poblacional sea excepcional, controlado y bajo criterios científicos.
Los firmantes de la carta abierta respaldan a los 19 miembros del Comité Científico del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (puesto en marcha en 2011 y que cuenta con nueve representantes designados por las comunidades autónomas, cinco por las ONG y cinco por la Administración General del Estado), que, según apunta el manifiesto, “con total independencia han reconocido el valor ecológico del lobo ibérico y la necesidad de conservar y gestionar su población como una única”, justificando así la necesidad de incluir esta especie en el Lespre.
Además, suscriben la decisión de Transición Ecológica de incluir al lobo ibérico en el Lespre siguiendo el dictamen del Comité Científico, lamentan “las descalificaciones de diferentes sectores y administraciones cuestionando la validez del dictamen del Comité Científico” y rechazan “las presiones para que ese dictamen no sea tenido en cuenta, ya que supondría un grave precedente para otros cientos de especies cuya conservación dependen de la imparcialidad de este tipo de mecanismos administrativos”.
“Reclamamos, en un contexto global de alarmante pérdida de la biodiversidad en nuestro país y en todo el mundo, que las decisiones que afectan a la conservación de la naturaleza se tomen en base a criterios científicos y no se supediten a intereses económicos o políticos”, reza el manifiesto.
Los científicos firmantes indican que “el lobo ibérico es una especie con una importancia extraordinaria para mantener y recuperar el equilibrio y la salud de los ecosistemas” en España, por lo que piden a todas las administraciones implicadas que “trabajen de forma coordinada y constructiva, y basándose siempre en el mejor conocimiento científico disponible, por la protección de esta especie y la coexistencia con la ganadería extensiva y otras actividades tradicionales”.