La Junta deja a la iglesia derribar la fachada de la casa del cura del Mercado pero obliga a mantener una idéntica a un vecino

C.J. Domínguez / A. Vega

Un mismo edificio del Casco Histórico de León, igualmente protegido con la Ley en la mano, que está ubicado pared con pared, está siendo objeto estos días de sendas obras de demolición. Se trata de un inmueble situado en la calle Herreros, en pleno Camino de Santiago, frente a la iglesia del Mercado (Plaza del Grano), en el que un presunto trato de favor hacia la Iglesia católica de León ha sido objeto de las primeras críticas, por ejemplo, de la asociación leonesa Promonumenta.

El portal número 10 de ese edificio, propiedad de la Diócesis leonesa, tiene la 'bendición' de Patrimonio de la Junta para que se derribe por completo su fachada al objeto de reformar la casa del cura y rehacerla de nuevo. Una autorización que en principio se le había denegado y que pasados dos meses la propia Comisión de Patrimonio revocó para dejar que se pueda echarla abajo.

El portal contiguo, de la misma finca, hechura y fecha de construcción, impulsado por unos vecinos particulares en el portal número 12, no podrá por contra realizar el vaciado del solar derribando la fachada sino que está obligado a mantenerla.

¿Por qué a unos sí y a otros no?

La situación ha indignado a Promonumenta, que acaba de presentar un escrito ante el Ayuntamiento de León denunciando esta situación. “¿Por qué a unos sí y a otros no?”, se pregunta, sorprendido de la doble cara de medir, el presidente de Promonumenta, Marcelino Fernández. “¿Por qué a otro edificio de la calle Santiesteban y Osorio, ya terminada, no les dejaron -derribar la fachada- a pesar de que el edificio era de los años 50 o 60, que no tiene nada” de valor? No tiene sentido“, lamenta.

Según Promonumenta, el Consistorio leonés, ahora con una nueva Corporación socialista que ha cogido el relevo de la gobernada por el PP, argumenta que no puede tomar cartas en el asunto porque “se lo han encontrado ya todo autorizado, se han encontrado ese marrón”.

Los 'marrones' del mandato de Silván

Un 'marrón' que se suma a la larga lista de polémicas con el patrimonio de la capital leonesa que persiguió el mandato del alcalde Antonio Silván y la concejala de Urbanismo Ana Franco, como la construcción de la nueva Plaza del Grano, el derribo de la casa más antigua de León o la dudosa reforma de un histórico inmueble de la avenida Ordoño II, entre otros.

Lo cierto es que con la casa del cura de la parroquia del Mercado la polémica fue conocida -pero tuvo poco calado cuando iLeon.com ya lo publicó hace meses-, sobre todo porque entonces se ignoraba que justo al lado una obra idéntica no tendría el mismo tratamiento que la promovida por la parroquia del Mercado.

Dos meses para cambiar de criterio

El 8 de noviembre de 2018, la Comisión Territorial de Patrimonio que preside el delegado territorial de la Junta en León, Guillermo García, aprobaba autorizar las obras para reformar esa sede eclesiástica para ejecutar unos salones parroquiales, pero rezaba textualmente que “se deberá mantener la fachada exterior del edificio”.

Y sin embargo, el 9 de enero de 2019, poco más de dos meses después, la misma Comisión cambió radicalmente de opinión y acordó “por unanimidad autorizar el derribo de la fachada exterior del edificio situado en la calle Herreros nº 10 de León. Curioso es que en ambas decisiones, totalmente contradictorias, la Junta aduce la aplicación del mismo Plan Especial de Ordenación, Mejora y protección de la Ciudad Antigua de León -disponible aquí-.

Entonces, ¿qué pasó en este breve tiempo? ¿Y por qué en una obra se puede acabar con una fachada protegida y en la de al lado, del mismo edificio, está prohibido?

Unos lo pidieron, otro no, dice la Junta

Fuentes oficiales y autorizadas de Patrimonio de la Junta consultadas por iLeon.com ofrecen una explicación: Que la parroquia, tras la primera denegación, solicitó acogerse al artículo 4.18.3 del Plan Especial, y justificó “el elevado coste que tendría mantener la fachada y también la incompatibilidad con la nueva estructura, dos razones que recoge el Plan municipal”, explican desde la Junta.

Sin embargo, entienden que los promotores particulares de la obra vecina “no argumentaron esa incompatibilidad y las dificultades para mantener” la fachada.

Lo que dice el Plan Especial

La duda es si el artículo municipal contempla o no esas exenciones que han acabado beneficiado a la Diócesis católica. Porque reza que “se permiten las (obras) de rehabilitación y reestructuración, estas últimas cuando se justifique debidamente la inadecuación de los espacios interiores a condiciones de higiene y salubridad por necesidades de habitabilidad actuales”. O “cuando se justifique la imposibilidad de conservación v consolidación de la fachada por estado de ruina, agotamiento o por estar compuesta de materiales tales como adobes y tapiales (...) difícilmente compatibles con los actuales”.

Sin embargo, a pesar de las facilidades otorgadas en segunda instancia por la Junta, las obras están suponiendo un auténtico quebradero de cabeza para la Diócesis.

Acusaciones de 'apropiación' contra el párroco

iLeon.com ha confirmado que se han presentado denuncias ante el Obispado contra el párroco actual del Mercado, Manuel Santos Fláker -sucesor del querido y ya fallecido Enrique Garcia, 'don Enrique'-, acusándole de la presunta desaparición de algunos materiales valiosos y antiguos del edificio ya en demolición, en concreto, puertas, ventanas y hasta viejas vigas de la estructura original.

También se ha apuntado hacia él con motivo de no estar expuesta en su lugar habitual una de las 'joyas' de la iglesia: la réplica en maqueta de un barco de la célebre Batalla de Lepanto, que data de hace casi 450 años y habitualmente se muestra colgada en el techo del templo. Fue una donación del Conde de Rebolledo, que libro su vida en la sangrienta batalla naval y la entregó como ofrenda por ello. Según la versión pública del responsable de la Iglesia este elemento se encuentra en restauración.

El rumor del cúmulo de sospechas han llegado tan alto que el cura ha recibido llamadas para del vicario de la Diócesis de León, Florentino Alonso, el vicario de Asuntos Económicos, Pedro Puente, o el delegado de Patrimonio del Obispado, Máximo Gómez Rascón, ante quienes se ha visto obligado a dar todo tipo de explicaciones. “Di que tengo confianza con ellos y no hay problema”, aseguró el sacerdote en una homilía pública en la que ofreció a sus feligreses obligadas explicaciones.