Ansiedad y retoques de última hora para los carros de San Froilán

Preparación de un carro engalando

Claudia Ampudia

En Villaseca de la Sobarriba llevan un mes preparando con ilusión y mucho, pero que mucho, trabajo, uno de los carros que mañana desde las 13 horas recorrerá las calles de León en el tradicional desfile de Carros Engalanados de San Froilán.

El patio de la casa de Floren, una de las vecinas del pueblo, hace las veces de improvisado taller, donde ella y otras 40 personas, elaboran con paciencia y esmero, todos y cada uno de los elementos que decorarán el carro. Entre risas, café, bizcochos y pastas, los hombres se encargan de poner a punto el carro y las mujeres bordan y elaboran manualmente los adornos, con frutos y flores secas.

Adornos hechos con garbanzos y abas.

El primer paso es elegir un motivo general que guíe la decoración. Este año, coincidiendo con la celebración del año jubilar de la Virgen del Camino, el carro se decorará en honor a ella, y al nuevo pendón del pueblo que se inauguró en la misma fecha.

Cada elemento tiene su significado y, los vecinos de Villaseca, cuida hasta el más mínimo detalle. Han pegado uno por uno los frutos, abas y garbanzo, sobre cintas verdes y rojas que cubren la estructura que sustenta la parte superior del carro. Para embelleces las ruedas, nueces y avellanas enhebradas, y como cúpula, rodaos que pueden tener hasta 100 años. Predominan los colores rojo y verde porque representan el pendón del pueblo. Además, para decorar los laterales e interior de la estructura, las mujeres ha bordado a mano telas con el nombre del pueblo y ganchillo para recubrir el techo.

La parte superior se adornará, además, con mostaja, fruto de un árbol que suele nacer en tierras que antes eran eclesiásticas y ahora son comunales. Y ramilletes de flores secas, previamente preparados, decorarán diferentes partes del carro.

Luego, en el interior se introducirán utensilios antiguos, morcillas, chorizos, uvas, manzanas, calabazas, etc. “La idea es usar frutos de la tierra sencillos y humildes y objetos de la vida en el campo, queremos hacer lo más bonito con el elemento más humilde”, explica uno de los organizadores.

Además, este año el carro incluirá una sorpresa, que los vecinos de Villaseca guardan con recelo, ya se trata de un elemento muy especial para ellos. El secrteo no será desvelado hasta el mismo domingo.

Ramilletes de flores secas preparados para ser añadidos al carro.

Una vez terminado, para que lo vea todo el mundo, ya es tradición en el pueblo que el sábado se lleve el carro hasta la puerta de la iglesia, donde se celebra una misa.

Dentro del carro normalmente van dos niños y al rededor, caminado van todos los que ha participado en su construcción vestidos con trajes regionales.

A pesar de que el burro es el animal menos valorado como tirador del carro, en sus 13 años de experiencia, el de Villaseca de la Sobarriba, ha quedado siempre entre las primeras posiciones del concurso que tiene lugar en la Plaza del Grano. Para decidirse por el carro más bonito el jurado tiene en cuenta detalles como, el valor etnográfico, la presentación de los elementos que lo integran y el conjunto total, incluyendo la vestimenta de la gente.

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