Las filiales de Alsa anuncian una huelga indefinida en León a partir del 3 de junio

Agencia ICAL

El comité de las empresas Tar y Calecar, ambas filiales del grupo Alsa en la provincia de León, han anunciado la convocatoria de una huelga indefinida a partir del lunes 3 de junio como “una medida de fuerza contundente” ante la “falta de voluntad de la empresa” para “atender las demandas justas y respetar los derechos laborales”. Todo ello después de haber rebajado a cinco días los paros laborales que iban a comenzar el 22 de mayo.

Los paros afectarán a los servicios de transporte escolar, funcionarios, empresas, transporte metropolitano de la ciudad de León, así como buena parte de las líneas regionales en la provincia.

“La empresa ha dejado claro que no está dispuesta a ceder en puntos cruciales para el bienestar y la dignidad de los trabajadores”, aseguraron, al tiempo que detallaron que “exige” trabajar sin horarios definidos, con un régimen de disponibilidad de 15 horas al día y “pretende imponer una vigilancia extrema mediante cámaras de seguridad que serán utilizadas como herramientas de control y sanción arbitraria”.

Para el comité de empresa, esta situación es “inaceptable”, ya que la empresa “busca perpetuar un modelo de trabajo precario, deshumanizado y basado en la opresión constante de sus empleados” a pesar de que, durante el proceso de negociación, “ha mantenido al comité en un estado de incertidumbre con reuniones mientras continúan avanzando con su agenda de imposición y control”.

Con el objetivo de “negarse rotundamente a ser tratados como meros engranajes de una maquinaria empresarial que no valora la salud, la vida personal ni los derechos fundamentales como trabajadores”, los trabajadores de las filiales de Alsa exigieron “ser tratados con dignidad, respeto y justicia”.

Por este motivo, detallaron que la huelga que llevarán a cabo “es por todos los trabajadores del transporte que se enfrentan a condiciones laborales injustas y abusivas en todo el país”, en “una llamada de atención a todas las empresas que intentan socavar los derechos laborales en aras de maximizar sus ganancias”. Asimismo, advirtieron que están dispuestos a “resistir el tiempo que sea necesario hasta que las empresas de Alsa reconozcan unas demandas legítimas y se comprometa a negociar de buena fe”.