Han pasado seis días desde el asesinato dela presidenta de la Diputación y el PP de León, Isabel Carrasco, y en tan escaso período de tiempo el inspector jefe de Policía Naciona Pablo Antonio Martínez ya ha visitado hasta en tres ocasiones a su mujer, Monsterrat González, autora confesa de los disparos mortales, y su hija, Triana Martínez, imputada por los mismos delitos por su presunta activa participación en el crimen.
Ha sido en la mañana de hoy domingo la tercera de las veces en que el agente, que ejercía de Comisario en la Comisaría de Astorga cuando ocurrieron los hechos el pasado lunes, ha podido ver de manera personal a su mujer y su hija. La visita se produjo en la prisión de Villahierro (Mansilla de las Mulas) en torno a las once de la mañana. Es el domingo el día en que este centro penitenciario tiene habilitadas, previa solicitud, los encuentros de los presos con los familiares, por lo que hasta aquí nada hay de raro.
Sin embargo, iLeon.com ha podido confirmar que el inspector Pablo Antonio Martínez ya visitó la cárcel de Mansilla el pasado viernes día 16 de mayo, una día de la semana en que sí son excepcionales los encuentros, tanto a través de cabina como en la modalidad de vis a vis. A esto se suma el hecho de que el ex inspector jefe de Astorga ya había acudido tanto a la Comisaría de León como a la de San Andrés del Rabanedo el miércoles día 14 para tener el primer encuentro personal con sus familiares detenidas tras el macabro suceso.
Pablo Antonio Martínez entonces ya había solicitado un cambio de destino motivado por los hechos, abandonando la Comisaría de la capital maragata y siendo trasladado a la de Gijón, donde ya había ejercido años atrás por un amplio período de tiempo.
Mientras, en la prisión provincial leonesa las tres detenidas por idénticos delitos relacionados con este caso (homicidio, atentado a la autoridad y tenencia ilícita de armas) ya están cada una en un módulo: la madre, Monserrat González, permanece con un ánimo exhultante en el Pabellón 10 que es sólo para mujeres, y la hija, Triana Martínez, ya fue trasladada ayer al Módulo 7, mixto de hombres y mujeres.
La agente de la Policía Local de León, Raquel Gago, permanece aún en el módulo de ingreso, con un mayor grado de incomunicación y con el ánimo algo más repuesto. Eso a pesar de que el último giro en la investigación apunta a que fue ella la que pudo intermediar entre Montserrat y un toxicómano de Gijón para obtener las dos armas que las asesinas tenían preparadas para acabar con la vida de Carrasco. Gago también recibió la visita de toda su familia el sábado, de nuevo en un día de la semana que no es habitual.