Miles de leoneses han acudido este primer día de noviembre a los cementerios repartidos por toda la provincia para honrar a sus familiares fallecidos, en el que los camposantos se llenan de personas y las tumbas lucen brillantes llenas de flores. Una visita que se enmarca en la tradición católica pero que también tiene un componente de presión social del que es difícil olvidarse, o como se dice ahora 'postureo'.
También el tráfico se resiente en días como este, donde la entrada a los cementerios requiere de paciencia por parte de los visitantes, sobre todo en los grandes entornos urbanos. Y si el tiempo no acompaña, más.
En la capital leonesa el desfile de vehículos hacia el cementerio municipal, ubicado en el barrio de Puente Castro, fue constante desde primera hora de la mañana y especialmente intenso a partir de mediodía. Familias enteras cumplieron con la tradición y se acercaron a honrar a sus seres queridos en una jornada repleta de ornamentos florales y recuerdos.
Desde un sencillo clavel depositado sobre una lápida hasta concentraciones de centros y ramos que apenas dejan ver la leyenda de una sepultura... pocas tumbas y nichos quedaron este 1 de noviembre sin adornar.
Este año, también fueron muchos los que visitaron la recién inaugurada capilla laica, levantada en homenaje a más de 1.500 represaliados del franquismo. Un monumento promovido por el Foro de la Memoria Histórica que vio la luz hace días, una década después de ser proyectado, y para cuya conclusión se reclaman pequeñas aportaciones. El clavel rojo la flor más elegida por quienes hoy se acercaron allí.
En el Bierzo, el Día de los Santos fue aprovechado, como en el resto de la geografía española, para acercarse al cementerio a recordar a los seres queridos que ya no están. En Ponferrada, no faltaron las habituales largas colas de coches para acceder al camposanto, ubicado en el Montearenas; una cocurrencia masiva que intentó ser solventado, como cada año, con un servicio especial de autobuses desde diversos puntos de la capital de la comarca. Pero este día supone también el comienzo de los magostos que caracterizan el día a día del mes de noviembre en la comarca. Ya se han “apañado” las primeras castañas y los tambores comienzan a girar para asar este producto.