La Policía Local de León se opuso en primera instancia, con numerosos y rotundos argumentos, a que el Ayuntamiento de la capital diera el visto bueno a la instalación de los polémicos veladores de un conocido establecimiento hostelero del centro de León. Son los bautizados popularmente como los 'mamotretos'.
Estas estructuras aún permanecen desde hace seis meses, a pesar de haberse culminado un expediente sancionador por parte de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, que exigirá que se retiren e impondrá una multa, aún sin cuantificar
Sin embargo, aquel primer informe denegatorio, que firmó el entonces jefe de la Policía Local, fue sustituido por otro dos meses después, firmado ya no por él sino por el segundo responsable del cuerpo policial municipal. Y este segundo informe dejó de apreciar ningún impedimento y bendijo las nuevas terrazas.
Con esta maniobra quedaron en saco roto todos los múltiples criterios por los que al principio se rechazaba la instalación de la terraza cubierta con estructura estable y fija en medio del cogollo monumental de la ciudad, además zona protegida. Para terminar de servirlo todo el bandeja, los arquitectos municipales también otorgaron su total parabién a la iniciativa tanto en primera como en segunda instancia.
De hecho el informe firmado por los dos arquitectos para la sección de Comercio en lo que a este caso se refiere determina que “no encuentran impedimiento alguno” para la terraza tal y como se sigue apreciando, porque a su entender “sus condiciones estéticas y materiales”, de los veladores, “son adecuadas a la naturaleza de la zona, sin que pudiera verse menoscabado el patrimonio histórico artístico del entorno”. Es decir, todo lo contrario de lo que opina la Junta, institución competente en materia de Patrimonio, lo que motiva su actual sanción.
El equipo de Gobierno socialista ha defendido desde el inicio de la polémica que estas estructuras hosteleras cumplen con la Ordenanza Municipal de Terrazas y Elementos Auxiliares, tuvo todos los parabienes de los servicios municipales consultados y, además, al contrario de lo que ahora Patrimonio de la Junta concluye, no invade el espacio protegido por el Bien de Interés Cultural y Patrimonio de la Humanidad que es el Camino de Santiago, que pasa a muy pocos metros del lugar.
Documentos cotejados
ILEÓN, que denunció públicamente la instalación a finales de agosto de 2021 de los enormes veladores frente a la cafetería restaurante Marcela, ubicados en la Plaza de San Marcelo o de Las Palomas, ha cotejado todos los documentos incorporados al expediente que culminó en el visto bueno municipal.
En realidad, la primera respuesta consistorial desde la Concejalía de Promoción Económica a la petición de la empresa Vamuca San Marcelo, vinculada a la familia Vázquez, dueña también de otros conocidos negocios como los hoteles Alfonso V o Conde Luna, o la terraza NiMú, fue un claro 'no' a autorizar los veladores. Eso ocurrió el 19 de octubre del año 2020.
Pero la empresa recurrió ese rechazo y la misma Concejalía dio un bandazo a su criterio inicial para autorizar el proyecto, vía decreto, el 22 de diciembre, poco más de un mes después. Para entonces ya había un segundo y muy benevolente informe policial fechado el 19 de noviembre.
El informe inicial firmado por el entonces jefe en funciones de la Policía Local, fue categórico contra la pretensión del restaurante. Recogía frases literales como “no se aprecian razones excepcionales que justifiquen la autorización de la estructura en este emplazamiento”, remarcando que se encontraba dentro del ámbito de actuación del Plan Especial de Ordenación, Mejora y Protección de la Ciudad Antigua de León.
Autorización “inapropiada o discordante”
Además, ya concretaba entonces que los veladores se pretendían “en las inmediaciones del Palacio de los Guzmanes, de la Casa Museo Botines”, de Gaudí, ambos monumentos declarados Históricos Artísticos, amén del propio Casco Histórico y “otros edificios históricos de acreditado valor artístico y monumental”.
Por ello, rezaba aquel informe, “su autorización puede resultar inapropiada o discordante con el entorno desde la óptica de una adecuada estética”.
Interferencia en los eventos de la plaza
No quedaba ahí la cosa. Recordaba el alto mando policial que la Plaza de San Marcelo es “un lugar tradicional de desarrollo de múltiples actividades y eventos municipales (...) a lo largo de todo el año”.
Por ello, “la ampliación de la terraza mediante la instalación de una estructura cubierta”, y aquí añade una clave importante al defender que “podría entenderse permanente” -lo cual contraviene la propia Ordenanza de Terrazas de León- “perjudicaría gravemente” aquellas celebraciones y “supondría un obstáculo para el normal desarrollo y lucimiento de otras actividades”.
En aras a la seguridad y posibles emergencias, y a pesar de que los Bomberos sí dieron su visto bueno formal, incluso realizando una prueba con estala in situ, la Policía Local consideraba que este emplazamiento podía no respetar ni garantizar “tanto el acceso de vehículos particulares como de emergencia”, ya que “por sus características, la Plaza de San Marcelo ”es “una entrada estratégica de intervención en caso de que se produzca cualquier situación de emergencia”, en la misma zona y también dada la estrechez del tramo paralelo de la calle La Rúa.
Dos meses después, todo cambió
Nada de todo esto fue observado por el segundo, y a la postre definitivo, informe de la Policía Local, esta vez emitido casi dos meses después y ya no firmado por el mismo mandatario policial sino por el 'segundo' de la Policía Local. En éste, desaparecían todas las objeciones previas y sólo coincidían en una: que el plan de la Junta con motivo de la pandemia de la covid obligaba a que cualquier terraza tuviera sólo un cerramiento máximo de dos paredes o paramentos, dejando al menos otras dos libres. Algo que la estructura actual en San Marcelo, aunque en parte abatible, no cumple la mayor parte dle tiempo, ya que se trata de una 'pecera' cerrada con cristales.
Con todos estos giros radicales en el criterio de la Policía, y el visto bueno permanente de sendos informes de los arquitectos del Consistorio, el Ayuntamiento zanjó su cambio respecto a la postura inicial. Por eso, los veladores de la cafetería Marcela siguen admitiendo clientes, a pesar del expediente sancionador, que deberá conllevar su retirada. Una decisión que agota la vía administrativa pero que aún puede alargarse si se acude a la vía judicial a través de un contencioso.