Han tenido que pasar 12 años desde que el PP en la Junta de Castilla y León verbalizara su primer compromiso con la construcción de una sede propia para el Conservatorio de Música en la capital leonesa -la actual de Santa Nonia está cedida desde hace décadas por la Diputación- y tres desde las promesas de inicio de los trabajos del último proyecto por el que la Consejería de Educación apostó.
Y por fin esta semana han comenzado las obras de esa nueva sede en la parcela cedida por el Ayuntamiento de León en el barrio de La Palomera, frente al centro de salud.
Se trata de un proyecto que finalmente ha sido adjudicado en 7,8 millones de euros y que se espera que pueda estar operativo para recibir a los primeros alumnos en el curso 2023/2024, teniendo en cuenta los veinte meses de ejecución que se barajan, que obligarían a terminar al menos la obra en enero de ese año 2023, con lo que ya se incumpliría también la promesa de la consejera de Educación de que las clases arrancaran aquí en ese curso.
Esta nueva edificación ocupa parcela de más de 8.700 metros cuadrados pero la construcción del edificio de una planta elegido en un accidentado proceso de contratación del proyecto en realidad dispondrá de 4.244 metros cuadrados y de ellos los útiles se ceñirán sólo a 2.840. Unas cuantías que ya han sido criticados por la Plataforma por un Conservatorio Digno para León, los docentes y las familias, a los que la Junta ha hecho caso omiso en sus reclamaciones de ampliación desde el inicio.
Y es que con ese tamaño el nuevo Conservatorio de Música de León dispondrá de 60 aulas y un auditorio con capacidad para 400 butacas. Las aulas se repartirán en siete para formación general, 32 para enseñanza instrumental, tres de música de cámara, una de contrabajo, otra para percusión y una más para violonchelo, ocho cabinas, cuatro cabinas más para percusión, un aula para orquesta y otra más para el coro.
Los primeros trabajos que han comenzado han servido para preparar y allanar el terreno, en el que ya se realizaron, también retrasando el proyecto, algunas catas arqueológicas obligatorias para descartar vestigios de época romana. Y en esta semana se ha procedido también a las primeras mediciones.
Las obras ponen así un punto y aparte al 'culebrón' que ha supuesto para León contar con una sede propia y digna para la enseñanza musical oficial, que además de promesas incumplidas de manera sistemática, paso por episodios como el intento del PP en la Junta y el Ayuntamiento de León de ejecutar ese Conservatorio en la 'barriga' del estadio de fútbol Reino de León.
Esta ocurrencia provocó la hartura de familias y profesionales y una enorme manifestación que acabó tumbando el surrealista intento protagonizado por el entonces consejero de Educación, el leonés Fernando Rey, quien llegó a a amenazar con no ejecutar ningún otro proyecto antes de verse forzado a recular, como hizo el alcalde Silván.