La mayor parte de la fachada centenaria, valiosa y sobre el papel protegida de la llamada Casa del Cura de la iglesia del Mercado de León, en la calle Herreros, en pleno Camino de Santiago francés, ya es historia.
Este fin de semana se dieron por concluidos, tras acelerarse de manera importante, los trabajos de derribo de la totalidad del inmueble eclesiástico, cuya fachada en principio había denegado Patrimonio de la Junta pero que después autorizó en apenas dos meses a propuesta de la parroquia situada en las inmediaciones de la Plaza del Grano, quien promueve la construcción en el solar de un nuevo centro parroquial. Cabe recordar que los 'vecinos' de su propiedad también están ejecutando reformas en el edificio, pero a ellos la Junta les denegó poder tirar la fachada.
El derribo final de la mayor parte de la Casa del Cura por parte de la parroquia llega apenas diez días después de un peligroso derrumbe, supuestamente accidental, ocurrido el pasado 28 de septiembre, y que hizo que una parte de esa fachada y todo el lateral de los dos pisos del inmueble se vinieran abajo dejando caer ingentes cantidades de material sobre la vía pública, con la suerte de que nadie resultó herido a pesar de que la zona eran muy transitada a esa hora.
Ahora, fuentes del Ayuntamiento de León confirman a iLeon.com que están pendientes de conocer los detalles de un informe que desde la Concejalía de Desarrollo Urbano se le ha exigido al promotor del derribo y de la obra respecto a cómo se ejecutaron esos trabajos, qué medidas de seguridad se habían impulsado y cuáles fueron los motivos y efectos del derrumbe.
Con las conclusiones de ese informe se valorará si el Consistorio abre o no un expediente sancionador por los daños ocasionados.
Pero lo cierto es que, aprovechando el peligroso suceso vivido, se aceleró finalmente el plan de derribo controlado de la parte de la Casa del Cura que pertenece a la iglesia católica y que la Junta había eximido en segunda instancia de proteger.
La obra se ha convertido, entre unas cosas y otras, en un quebradero de cabeza para la parroquia de Nuestra Señora del Mercado. Porque a todo ocurrido hasta ahora hay que sumar que al Obispado habían llegado algunas denuncias anónimas acusando al párroco de la iglesia, Manuel Fláker, de vender parte del material retirado de la fachada y la estructura centenarias, una situación que el cura desmintió de manera categórica.
“Todo se ha ceñido a la legalidad”, defiende la parroquia
El propio párroco confirmó que todo el material, debidamente guardado en el Seminario que él mismo dirige, será usado de nuevo, como afirma que confirmó el delegado de Patrimonio del Obispado. “Todo se ha ceñido a la legalidad vigente, con papeles y con proyectos”, defendía, negando que a su entender la Junta haya actuado con “favoritismo” en su caso al permitirles derribar la protegida fachada, porque “hemos actuado como ciudadanos normales, no hemos hecho nada más” que solicitarlo.
También fue sabido entonces que la asociación de protección del patrimonio en la provincia Promonumenta había presentado otra denuncia ante el Ayuntamiento leonés por la permisividad de la Junta en este derribo, a pesar de que la competencia es íntegramente de la administración autonómica.