Una heroína local. Así definen en el Ayuntamiento de Villaquilambre a Soledad Juárez, la joven que perdió la vida para librar a un niño de ser atropellado y que desde hoy da nombre a una plaza del municipio. Los hechos ocurrieron en 1980 y han sido los padrinos de la chica los promotores de este reconocimiento al que no quisieron faltar miembros de la corporación y familiares de la homenajeada.
Aunque el suceso ocurrió en 1983 y en su momento el Consistorio entregó una placa de reconocimiento a los familiares, el alcalde, Manuel García, explicó hoy que el Pleno decidió dedicarle un espacio físico, “para que sus seres queridos y la gente del pueblo de Villaquilambre tengan un lugar donde recordarla y se sepa el gesto que tuvo ese día y que le costó la vida”. Hace ahora más de dos décadas Soledad Juárez se dirigía como cualquier día a la Universidad cuando, al cruzar la carretera León-Collanzo, observó que un niño iba a ser atropellado por un coche y, para evitarlo, se abalanzó impulsándole a la acera y perdiendo su vida.