En 55 minutos de reloj, y dos discursos de por medio, quedó levantada la sesión de la segunda toma de posesión de José Ángel Hermida como máxima autoridad de la ULE. Una ceremonia dirigida como siempre por la sobriedad clásica del catedrático Estanislao de Luis Calabuig, que tal y como es tradición, agradeció personalmente a los asistentes su presencia en la puerta del Aula Magna “San Isidoro” del Albéitar. En el acto Hermida estuvo acompañado por los rectores de las otras universidades de Castilla y León, con cara de circunstancias durante el discurso del consejero por cierto.
La afluencia de público a la ceremonia fue menor que en otras ocasiones, es lo que tienen los segundos y últimos mandatos, que generan menos interés y la afluencia siempre es menor. Además la proximidad del día de la Universidad, el próximo 26 de abril, y el hecho de que hoy fuera lectivo provocaron seguramente una menor asistencia de miembros de la comunidad.
En el apartado político hubo, como siempre, las asistencias consabidas de los alcaldes de León, Emilio Gutiérrez; Ponferrada, Carlos López Riesco; San Andrés, Goyo Chamorro y Villaquilambre, Manuel Fernández, así como alguno otro alcalde provincial. Faltó la presidenta de la Diputación de León pero mandó en su lugar a varios de sus diputados de confianza. Por parte del Gobierno acudió el subdelegado del Gobierno, Suárez-Quiñones, y por las fuerzas vivas, varios militares de alta graducación como el coronel Bronchales de la Base Aérea y algún cura vestido de clergyman.
Por parte de la Junta estaban el consejero de Educación, Juan José Mateos, que además presidía el acto y pronunció uno de los dos discursos del acto, y el consejero de Fomento, Antonio Silván. También acudió el director general de Universidades, Ángel Rodicio, y el delegado de la Junta en León, Guillermo García. Otro que no se perdió el sobrio sarao fue el fiscal jefe de León, Emilio Fernández. Entre los cargos nacionales estaban los senadores Aznar y Sen o exdiputado Morano Masa.
La oposición política estaba representada por partida triple: críticos y oficialistas del PSOE y UPL. Por los críticos se vio al concejal José Antonio Díez y por los oficialistas a María Rodríguez y Miguel Ángel Cardo. Por parte de UPL estaba el otro Chamorro y el de la casa universitaria, el procurador Alejandro Valderas.
Por supuesto la prensa leonesa estuvo presente con profusión y llamó la atención la vuelta al ruedo social del dueño del Diario de León, José Luis Ulibarri, acompañado por su director Pablo R. Lago. También acudieron otros directores de medios como el de Gente en León, José Ramón Bajo; el delegado de Efe en León, o el presidente de la APL, Fernando Aller (y por supuesto los de ileon.com)
Se echó de menos la estampa del fallecido Urbano González Santos, presidente del Consejo Social, aunque estaban el resto de miembros, que parecen sacados del Club de los 60. También mandaron representación Caja España, El Corte Inglés, el Opus Dei (que siempre acuden a todos estos actos protocolarios), y otros bancos y empresas leonesas como Syva o del mundo de las TIC. Por supuesto la FELE y el CEL mandaron su representación: los primeros a Cepedano y los otros a Agustín Flórez, dos grandes clásicos de los eventos leoneses.
Ya en clave universitaria, aparte de los doctores que acompañan la ceremonia vestidos cada uno con los colorines de su materia, estaba parte del personal docente y del personal administrativo con asistentes imperecederos como el simpar Juan Campal.
En fin, una ceremonia rápida y sobria, que así lo requieren los tiempos. Pero no guarden las togas todavía señores, que dentro de una semana volvemos con la celebración de San Isidoro. Ay, que sería de nosotros sin estos actos.