Investigadores de la ULE confirman que el gen p73 es necesario para el desarrollo de tumores

Universidad de León / ileon.com

El desarrollo de los tumores cancerígenos y su capacidad de invasión y metástasis

depende en buena medida de la formación de vasos sanguíneos (vascularización),

que 'alimenten' el crecimiento y expansión de las células afectadas. Por este motivo

resulta de gran importancia conocer qué factores inciden en este proceso, de cara a

poder generar posibles 'dianas terapéuticas' que den lugar a nuevos tratamientos

contra el cáncer.

Esto explica la importancia del trabajo realizado por el grupo de investigación sobre

“Diferenciación celular y modelos celulares” del Instituto de Biomedicina de la

Universidad de León (ULE), que ha demostrado que el gen 'p73' desarrolla un papel

fundamental en la vascularización (creación de tejido vascular, de venas y capilares)

que aporta flujo sanguíneo a los tumores.

Dos revistas científicas de muy alto impacto, como son “Cell Death and

Differentiation“ y ”Nature Cell Biology“, (una de las más importantes del mundo en

biología celular), han publicado dos artículos independientes en los que informan a

la comunidad científica de los importantes resultados obtenidos, que demuestran

que la falta de 'p73' afecta a la capacidad de formación y organización de la

vasculatura, tanto de individuos sanos como de células tumorales.

Dos genes muy relacionados pero con funciones opuestas

Nos encontramos con dos genes que tienen funciones opuestas en algunos casos. Por

un lado está el 'p53' que actúa como una barrera para el establecimiento y

progresión tumoral, y por el otro el 'DNp73' que funciona de manera antagónica.

“Nuestra investigación básica, -explica la doctora Carmen Marín Vieira-, se centra en

el estudio funcional de los miembros de la familia génica del gen supresor tumoral

p53, tanto en procesos fisiológicos durante el desarrollo, como en la patología de

distintas enfermedades, como el cáncer o neurodegenerativas“.

Carmen Marín, que lleva trabajando en este tema desde que se identificó el gen en

1997, comenta que el 'p73' tiene una gran homología o relación con el gen supresor

tumoral 'p53', que está mutado o es inactivo en la mayoría de los tumores humanos.

Se trata de un gen que es conocido como 'el guardián' ya que “cuando está activo

responde a la detección de daños en el genoma, induciendo su reparación o

impidiendo que estos daños o mutaciones pasen a la siguiente generación celular“.

Para desarrollar su investigación, el grupo de la ULE ha utilizado cultivos de células

madre embrionarias murinas (mESC), en las que se ha 'desactivado' la función del

gen p73, y se ha experimentado con ratones para ver la manera en que afecta a la

formación de tumores.

“Nuestro grupo, -comenta Carmen Marín- en colaboración con los de la doctora Lena

Claesson-Wells de la Universidad de Upsala en Suecia, y del doctor Kanaga

Sabapathy, del National Center de Singapur, ha demostrado que 'p73' es necesario

para la formación de vasos sanguíneos“. También ha quedado claro que su ausencia

afecta a la capacidad de su formación y organización vascular, por lo que la

regulación de la expresión de este gen constituye un factor muy importante en la

progresión de los tumores, lo que lo convierte en “una diana terapéutica interesante

para el tratamiento del cáncer“.

En los últimos días, la revista de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología

Molecular ha seleccionado como 'artículo del mes de mayo' el titulado “p73 is

required for endotelial cell differentiation, migration and the formation of vascular

networks regulating VEGF and TGFβ signaling“, que fue recientemente publicado en

la prestigiosa “Cell Death and Differentiation”.

Incidencia del gen p73 en las enfermedades neurodegenerativas

Al hablar de los próximos objetivos hay que apuntar que los demás grupos han

identificado posibles mecanismos moleculares mediante los cuales el 'p73' afecta la

respuesta celular en función de los niveles de oxígeno en tumores. Por su parte, el

grupo de investigación de la ULE se propone “ampliar el análisis de la regulación del

gen 'p73' en respuesta a hipoxia a otros sistemas, como el de mantenimiento de los

nichos neurogénicos del cerebro, muy relevante en enfermedades

neurodegenerativas“.

Las doctoras Carmen Marín Vieira y Margarita Marqués Martínez dirigen el grupo de

la ULE, que está constituido por dos contratadas predoctorales (Marta Martín López y

Sandra Fuertes Álvarez), y una estudiante de máster (Laura Maeso Alonso), todas

ellas biotecnólogas. El trabajo lo inició la doctora Rosalía Fernández Alonso como

parte de su tesis doctoral, y lo continuó y finalizó Marta Martín López, que es

coautora en ambos trabajos. En este grupo también se integra Inmaculada Díez

Prieto, y los doctores del Complejo Hospitalario de León, Alfonso Fernández Corona

y Elena Lorenzo.