Cuando llega el otoño, los bosques leoneses se transforman en un mosaico de ocres, dorados y rojizos. Si estás buscando escapadas naturales para disfrutar del paisaje y del senderismo, te proponemos cuatro rutas destacadas en la provincia de León que combinan encanto arbóreo, historia y entorno tranquilo: el Faedo de Ciñera, el hayedo de Busyamor, los tejos milenarios de Rioscuro (Laciana) y a lo largo del pantano de Riaño.
Faedo de Ciñera: el hayedo mejor conservado de España
El Faedo de Ciñera es uno de los bosques de hayas mejor conservados del país y forma parte de la Reserva de la Biosfera del Alto Bernesga. En otoño, sus hayas centenarias se tiñen de amarillo, naranja y marrón, ofreciendo un espectáculo visual que lo convierte en destino favorito para fotógrafos y amantes de la naturaleza.
La ruta del Faedo de Ciñera, con una distancia de 7,2 kilómetros ida y vuelta y un desnivel de 130 metros, es uno de los paseos más emblemáticos y accesibles de la provincia de León. Parte del pueblo de Ciñera de Gordón, en el alto Bernesga, y recorre los vestigios del pasado minero de la zona, pasando por una antigua boca mina reconvertida en pequeño museo al aire libre.
De dificultad baja y apta para casi todo el público, esta ruta puede completarse en unas dos horas y se disfruta especialmente en otoño y primavera, cuando el bosque luce su máximo esplendor.
Hayedo de Busyamor: naturaleza todavía menos conocida
Frente al clásico Faedo de Ciñera, el hayedo de Busyamor (o Bosque de Busyamor) es menos conocido, lo que le proporciona un valor de descubrimiento. Aunque no hay tanta literatura o guías sobre esta ruta como sobre Ciñera, su encanto radica en la soledad y el ambiente silvestre que ofrece en otoño, cuando las hojas caen lentamente y los senderos adquieren una atmósfera casi mágica.
Dentro del bosque de Busmayor se pueden seguir varias rutas, aquí te recomendamos la de Senda del Faixeral, apta para todos los públicos. Se trata de un recorrido circular de unos 6 kilómetros y dificultad baja que parte del pequeño pueblo berciano de Busmayor, en la comarca de El Bierzo y Los Ancares. El sendero, perfectamente señalizado, se adentra en un entorno de gran valor ecológico salpicado por numerosos saltos de agua y miradores naturales.
Es un paseo de unas dos horas ideal para disfrutar en otoño, primavera o verano, cuando la vegetación luce en todo su esplendor.
Tejos milenarios de Rioscuro, en el corazón de Laciana
La ruta hacia los tejos milenarios de Rioscuro (en el Valle de Laciana) es otro imprescindible para el otoño leonés. En este recorrido se combinan bosques mixtos (robles, abedules, acebos) con ejemplares de tejo centenarios que sobreviven en umbrías y valles cerrados.
La Ruta de los Tejos de Rioscuro, recomendada por el Ayuntamiento de Villablino, es un recorrido de unos 6 kilómetros ida y vuelta que parte de un pequeño aparcamiento junto a la carretera LE-493, en dirección al Villar de Santiago. Desde el inicio, el sendero asciende suavemente entre un frondoso bosque de robles, avellanos y fresnos, atravesando el arroyo que baja del Villar.
El sendero está bien señalizado con postes e indicaciones blancas y amarillas, y su dificultad es baja, lo que lo hace accesible para senderistas de todos los niveles.
Ruta de los osos del pantano de Riaño
La nueva Ruta de los Osos de Riaño es uno de los recorridos más recientes y singulares para disfrutar del otoño en la montaña leonesa. Con una longitud de 3 kilómetros, esta senda discurre a lo largo del entorno natural de Riaño.
El recorrido está dedicado a los osos del entorno de Riaño, con dos figuras protagonistas: Cierzo y Cueto, unos pequeños oseznos que esperan al visitante al final de la ruta. A lo largo del camino también pueden verse esculturas de carabiellas (lechuzas), integradas en el paisaje y pensadas para despertar la curiosidad de mayores y pequeños. Esta mezcla de arte y naturaleza convierte el paseo en una experiencia educativa y visualmente atractiva, perfecta para disfrutar en familia durante los meses de otoño.