El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, el leonés Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha reclamado este martes “duplicar la superficie” de regadío en Castilla y León, para pasar de “las 450.000 hectáreas actuales a cerca de un millón”, lo que supondría, “el 20% de la superficie cultivable, que son 5,3 millones de hectáreas”.
No obstante, señaló que esto “conlleva y exige un compromiso por parte del Gobierno de España y muchos compromisos por parte de todos los agentes intervinientes en la cuestión”. De manera muy particular, el popular Suárez-Quiñones, remarcó que para ello hay que resolver el actual problema de agua insuficiente para tales regadíos. Y por eso, insistió en la reclamación de “una mayor capacidad de regulación y almacenamiento” que permita almacenar más agua y así “garantizar el riego y su expansión en el futuro”.
Su postura coincide plenamente con la de los últimos consejeros de Agricultura de la Junta, que históricamente han seguido insistiendo en que particularmente en la provincia de León se construyan nuevos pantanos, además de los cuatro ya existentes en la cuenca del Duero, como son Los Barrios de Luna, Porma, Villameca y Riaño. Juntos suman 1.300 hectómetros cúbicos, haciendo de León una tierra de pantanos histórica, incluso con graves traumas sociales, desde tiempos del dictador Francisco Franco. También la Junta apoya con insistencia los nuevos pantanos diseñados junto a Carrizo de la Ribera.
Respecto a este aumento en la capacidad de almacenaje de agua para beneficiar a un mayor regadío en toda la Comunidad, el consejero de Medio Ambiente avanzóla próxima entrada en servicio del embalse de Villagatón, en la comarca de la Cepeda en la provincia de León, lo que permitirá que “se utilice para embalsar y regar” ya este mismo año 2024. Cabe recordar que hace 32 años que se construyó esta presa de Villagatón y que hasta hoy no ha regado un sólo metro cuadrado aguas abajo.
También resulta curioso como con el agua leonesa, especialmente de Riaño, que se sigue trasvasando por el Carrión a Palencia y Valladolid, se ha conseguido por ejemplo que esta última provincia haya avanzado como ninguna, incluso más que la propia provincia de León, en modernización de regadíos, un 21% más en la última década, y eso a pesar de que prácticamente no almacena agua. La última infraestructura a favor de su desarrollo de cultivos modernizados pero sin anegar nada de su suelo es la enorme balsa construida por la Junta en Villalón, un 'mar' del tamaño de 117 campos de fútbol en las que ha invertido 17 millones de euros.
Según los datos ofrecidos por el consejero, en la provincia de León, el regadío supone el 33% de la superficie cultivable, con 125.000 hectáreas de las 330.000 existentes, lo que “da muestra la importancia que tiene”, aunque “está en crecimiento” con proyectos de regadío en la Ribera Alta del Porma (Canal de Arriola) y el Canal Bajo del Páramo, lo que supone hablar de otras 12.000 hectáreas a añadir a las existentes “con inversiones que están cerca de los 200 millones de euros”. Tras la provincia leonesa se encuentra Valladolid, con 105.000 hectáreas y Palencia con 60.000, donde el agua leonesa sigue siendo trasvasada como esencial.
X Jornadas de Formación para Comunidades de Regantes
Juan Carlos Suárez-Quiñones realizó sus declaraciones en el transcurso de la inauguración de las X Jornadas de Formación para Comunidades de Regantes de la Asociación Ferduero, unas jornadas “importantes” para profesionales -gestores, administradores, gerentes o técnicos- sobre aspectos jurídicos y técnicos del manejo de una confederación de regantes, que supone “una estructura de solidaridad de los agricultores para obtener unos beneficios y objetivos comunes con el mejor uso de los recursos disponibles”. Y más relevantes aún tras “tres años de cierta sequía y con niveles de aportación hídrica más bajos de la media”.
Para Juan Carlos Suárez-Quiñones, las Comunidades de Regantes se enfrentan en estos momentos a tres problemas. El primero de ellos apunta al coste de las infraestructuras, para lo que “tiene que haber una suma de Estado, Comunidad Autónoma y regantes”. En este sentido, resaltó que la Junta “siempre ha estado ahí aportando financiación a fondo perdido” con “implicación y compromiso tanto en las infraestructuras como en su coste”.
En segundo lugar, el consejero señaló el coste de producción con la energía como “una cuestión preocupante”, para lo que la Consejería de Agricultura “cuenta con sistemas de autoconsumo fotovoltaico para 80.000 hectáreas”, aunque “se sigue trabajando en ese aspecto”. Un coste que “preocupa” de manera particular en el Páramo porque la Confederación Hidrográfica “se lo pasa ahora a la Comunidad de Regantes a pesar de que desde 1995 no se hacía”, por lo que “las administraciones, el Estado y la CHD tiene que comprometerse y solucionar el problema”.