León saca pecho por el 'Patrimonio de la Humanidad' conseguido para toda su Montaña

Elena F. Gordón / Agencia ICAL

El presidente de la Diputación de León, Eduardo Morán, aseguró hoy que la provincia inicia un camino “muy importante” tras la concesión de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de la figura Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial (Sipam) Montañas de León, que afecta a 97 municipios y 171.000 habitantes. Se trata de la primera distinción de este tipo que recibe la Comunidad y una de las cinco con las que cuenta España.

“León ha entrado por derecho propio en la élite del patrimonio agrario mundial. Hay que trabajar a partir de ahora y es una tarea en equipo”, manifestó Juan Prieto, representante adjunto permanente de España ante la FAO durante la presentación hoy del proyecto con el que se ha logrado esa figura concedida también el pasado día 4 a otras zonas de China, México, Marruecos y Tailandia.

Para Morán, esta clasificación que no implica la concesión de ayudas o fondos extraordinarios sí abre “nuevos caminos” que supondrán un impulso tanto al turismo sostenible como a los productos agroalimentarios, con beneficios que alcanzarán a todo el territorio provincial, aunque el Sipam afecte al 38 por ciento de la superficie leonesa -un diez por ciento del de la Comunidad-.

Así, los 10.445 kilómetros cuadrados amparados ahora por esta designación que se compara a las declaraciones de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco podrán ahora exhibir esa concesión como un sello que refleja sus valores paisajísticos, agronómicos, culturales y antropológicos.

El rector de la Universidad de León, Juan Francisco García Marín, comentó durante un acto al que asistieron representantes municipales y de órganos y entidades ubicadas en las zonas afectadas, que el proyecto presentado y elegido por un comité internacional de expertos multidisciplinares incluye propuestas concretas -citó alguna relacionada con la ganadería y los quesos- que tendrán ahora más posibilidades de convertirse en realidad.

Dos años de trabajo coordinado desde la Diputación, con el apoyo de la administración estatal, representada por por el Subdelegado del Gobierno, Faustino Sánchez, y la implicación total de la Universidad, con Eugenia Rendueles a la cabeza, y el apoyo de organismos del territorio aspirante han dado como fruto un premio del que por ahora solamente pueden presumir 77 espacios en 23 países -León es el tercero en extensión-.

“Esto es el ejemplo de un trabajo de colaboración que ha tenido su premio. Hay que hacer partícipes a los habitantes de esas zonas y avanzar en el empoderamiento de las mujeres en el entorno rural”, remarcó Eduardo Morán antes de ofrecer la coordinación de la Diputación para los pasos que haya que dar a partir de ahora, entre los que citó la creación de un órgano gestión.

La institución provincial, a su juicio, debería liderar el desarrollo de la figura SIipam y además de asumir la señalización de ese territorio llevará a cabo una campaña informativa y de concienciación dirigida a los vecinos.

Con la incorporación de las Montañas de León, España suma cinco Sipam y es el tercer país con mayor número, tras China y Japón. Hasta ahora estaban reconocidos el Valle Salado de Araña (Álava), el cultivo de la uva pasa en La Axarquía (Málaga), los olivos milenarios del Territorio Sénia (Tarragona, Teruel y Castellón) y el sistema de riego histórico de la huerta de Valencia.

Cabe recordar que la montaña leonesa alberga más de una tercera parte del único Parque Nacional habitado de España, Picos de Europa, y siete espacios catalogados como reservas de la biosfera: Picos de Europa, Alto Bernesga, Los Ancares Leoneses, Babia, Los Argüellos, Valle de Laciana y Valles de Omaña y Luna.

El sistema agroalimentario polivalente de las Montañas de León “ha contribuido durante siglos de forma directa a la seguridad alimentaria y al sustento de las comunidades locales” y la zona elegida alberga “una notable diversidad de usos del suelo con bosques, pastos y zonas de cultivo. Esto permite la coexistencia de la agricultura, la ganadería, la silvicultura, la recolección, la caza y la pesca en un mismo espacio, dotando a la zona de un gran valor agroecológico”, según reconoció el jurado.