La Junta impulsa la macroplanta de incineración de La Robla Green con la ordenación de parcelas ya expropiadas
La Junta de Castilla y León continúa avanzando en los pasos adelante de todo tipo para conseguir impulsar el proyecto del complejo energético llamado La Robla Green, del grupo Reolum en la localidad leonesa de la Montaña central, y conseguir hacer realidad la construcción y puesta en funcionamiento de una planta de generación eléctrica con incineración de biomasa y otra que aúna la generación de metanol renovable e hidrógeno verde y captura de CO2.
La Dirección General de Vivienda, Arquitectura, Ordenación del Territorio y Urbanismo, dependiente de la Consejería de Medio Ambiente que preside Juan Carlos Suárez-Quiñones, acaba de aprobar inicialmente y publicar en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) los trámites para las determinaciones completas de reparcelación -por el sistema de concierto- y de urbanización definitiva del Proyecto Regional, una vez concluido el proceso de conseguir todas las fincas necesarias, algunas por la vía de la expropiación.
La resolución, publicada este 26 de septiembre, permitirá el inicio de las obras de urbanización de toda la zona elegida una vez concluya el trámite de información pública. Ese trámite depende ahora de un procedimiento de exposición pública y la posibilidad de que los interesados puedan presentar alegaciones en el plazo de un mes, bien en la Delegación Territorial de la Junta en León o bien a través de la página web autonómica de Vivienda. Si no se registran observaciones ni modificaciones, la aprobación inicial quedará automáticamente elevada a definitiva y la parte urbanística de todo el proyecto habrá terminado.
El proyecto ya fue declarado de utilidad pública en 2024, lo que permitió la expropiación forzosa de terrenos. Las actas de ocupación se firmaron en junio de 2025 y, tras el pago o consignación, la propiedad de las parcelas quedó inscrita a nombre de la promotora. Con ello, la empresa se convirtió en titular único de los suelos afectados, condición necesaria para la tramitación conjunta de la reparcelación y urbanización que se afrontan ahora. El lugar de su desarrollo es el Polígono El Crispín de la localidad leonesa de La Robla.
Un proyecto de gran impacto territorial y social
Reolum se plantea con La Robla Green un complejo industrial de la llamada 'energía verde', que contempla la instalación de varias plantas de generación energética y cuya ejecución implica una notable transformación del entorno. Así, por ejemplo, el proyecto fue autorizado por el Gobierno para captar hasta 6.000 millones de litros anuales del río Bernesga destinados a la refrigeración de las instalaciones, aún así menos que los que utilizaba la antigua central térmica. Este punto suscitó debate y críticas por su impacto en los recursos hídricos de la cuenca.
El desarrollo también ha generado controversia en el sector agrario. Organizaciones como el sindicato Asaja mostraron su oposición frontal, al considerar que las expropiaciones forzosas afectan de manera grave a los propietarios de fincas y al tejido productivo de la zona, advirtiendo de una pérdida de suelo agrícola y de la forma de vida vinculada a él. Finalmente todo resultó aprobado.
La Junta, por su parte, justifica la tramitación en la declaración de interés social y utilidad pública, y subraya que el proyecto se integra en la estrategia de transición energética y reconversión de áreas afectadas por el cierre de la minería del carbón, como es el caso de La Robla. De ahí que se cuente con numerosas subvenciones europeas. Administración y empresa resaltan la creación de una media de 450 puestos de trabajo durante los tres próximos años para las tareas de construcción de las cuatro plantas que albergará el complejo, sin conocerse la previsión de empleo estable posterior.