La población de osos pardos está en aumento en la Cordillera Cantábrica, pero con el propósito de albergar una población “estable” de osos pardos, la Fundación Oso Pardo (FOP) y la Fundación Banco Santander han liderado el proyecto de replantación de más de 17.000 árboles autóctonos en el Alto Sil, en la provincia de León. El proyecto, en el que se han invertido 110.000 euros, pretende es “cerrar las cicatrices” dejadas por la minería en la zona para mejorar el hábitat del oso pardo también en esos entornos.
Así lo explicó el presidente de la FOP, Guillermo Palomero, que aclaró que se quería mejorar la biodiversidad de Laciana, donde los osos se han instalado “de nuevo”, lo que está resultando una “sorpresa agradable”. Por eso, además de en las zonas verdes, también se han localizado “con frecuencia” ejemplares de oso pardo en explotaciones mineras, donde se quiere contribuir a “cerrar las cicatrices” dejadas por el mineral.
En un principio se han plantado, en 39 hectáreas de terreno, 18.000 árboles de especies autóctonas como cerezos, serbales, mostajos, manzanos o abedules, entre otros, con los que se dará alimento y refugio al oso pardo y otras especies autóctonas del Alto Sil. Este proyecto ha permitido dar trabajo, durante un periodo de algo menos de dos meses, a diez desempleados de la zona.
El Alto Sil Leonés, que comprende los municipios de Villablino, Palacios del Sil y Páramo del Sil, mantiene una rica biodiversidad, lo que justifica su pertenencia a la Red Natura 2000. Sus bosques de roble y abedul albergan uno de los núcleos oseros reproductores más importantes de la subpoblación occidental cantábrica que, según estimaciones, está constituida por 180 osos.
Hábitat natural del oso
El director de la Fundación Banco Santander, Borja Baselga, reconoció que se trata de una idea que se tenía en mente desde que se pusieron en marcha los programas de recuperación medioambiental, por lo que se ha desarrollado “con verdadera ilusión” para colaborar en la preservación del oso conservando su hábitat natural y generando un territorio capaz de albergar una población “estable” de osos.
Por su parte, la alcaldesa de Villablino, Ana Luisa Durán, agradeció la apuesta de ambas fundaciones para poner en marcha un proyecto que permita “que los osos se queden aquí con nosotros”, y que favorece la “unidad” de todos. Durán reconoció que la iniciativa resultó agradable desde el principio porque permite “restaurar” las “heridas” producidas por la actividad minera, además de que ha permitido la generación de empleo y porque la actuación permitía hacer “en esas heridas” lo que había sido el hábitat “natural” mediante una acción como son pequeñas replantaciones.
La alcaldesa también resaltó la importancia del oso pardo en la zona, y la concienciación que se hace de ello con los escolares, con la puesta en marcha de campañas “muy ricas” en resultados, para inculcar la idea de que el oso forma parte “de lo que es una vida diaria”. Además, recordó que estos ejemplares han demostrado ser capaces de vivir “cerca de las zonas mineras”, manteniendo en todo momento la convivencia entre la actividad extractiva y el hábitat.