El 6 de enero, día de la Epifanía del Señor, la imperial Orden del Milagroso e Invicto Pendón de San Isidoro, conocido como Pendón de Baeza, organiza en recuerdo de todos los reyes del Reino de León y de España un turno de guardia y oración en el Panteón Real de San Isidoro, que cubren los caballeros y damas de la cofradía, ataviados con su hábito, medalla y guantes, y que se cierra con un solemne responso ante las tumbas de los monarcas leoneses.
En el último tramo de la guardia participan también autoridades civiles, militares y académicas, antes de la celebración de la Eucaristía presidida por el obispo Luis Ángel de la Heras y el abad de la Colegiata, Francisco Rodríguez.
Este año la cita sirve para abrir las celebraciones del 875 aniversario de la fundación de esta 'confraternitas', en 1147, vinculada a la conquista de la entonces ciudad árabe de Baeza, en la actual provincia de Jaén, en plena reconquista a cargo del emperador Alfonso VII, el único coronado en España.