De la montaña de Laciana al mar de Barcelona: la DJ leonesa Topanga Kiddo lleva su música al Sónar

Mónica Franco Valledor nació en Ponferrada y desde hace 4 años vive en Villaseca de Laciana. Esta freelance en el ámbito de la comunicación ya tuvo su primer acercamiento profesional con la música como periodista, “mi primer trabajo fue en una web musical y cultural, así que las circunstancias siempre me facilitaron estar en contacto con muchísima música nueva de todos los géneros”, relata. Este fin de semana se convertirá en la primera DJ leonesa en pinchar en el festival de música electrónica más importante de España, el Sónar de Barcelona.

Pero para ponerse detrás de los platillos tuvo mucho que ver el apoyo de su entorno. “Empecé azuzada por amigos, en el ‘Cassette Bar’ de Barcelona -donde estudiaba la carrera-, un sitio increíble regentado, cómo no, por leoneses. Y de esto hace ya unos 15 años”, se sorprende al recordarlo. 

Y llegamos a la actualidad, donde su trabajo como autónoma desde casa le da cierta libertad para poder compaginar las obligaciones con su pasión, aunque la disciplina con los horarios es clave para que todo fluya. “Tengo mucha suerte porque tengo un equipo para pinchar en casa. Así que intento dedicarle un ratito al día a toda la burocracia –mandar mails, gestionar los viajes, subir cosas a redes sociales, escuchar música nueva o vieja que quiera pinchar, estar en contacto con el resto de la escena...– y los fines de semana que no pincho y me quedo en Laciana me pongo a pinchar en casa y a preparar sesiones venideras”, narra su rutina de DJ.

Estilo autodidacta

Mónica es autodidacta en la materia de pinchar música, ya que hace casi dos décadas, cuando decimos que empezó, no había ningún tipo de formación. “Ahora hay muchos cursos, muchos tutoriales, muchos recursos. Pero de aquella lo único que podías hacer era practicar y preguntar a la gente de tu entorno o estar muy atenta en los bolos de otros DJs”, explica.

Su estilo es la electrónica. Pero, dentro de ese abanico tan amplio, puede pinchar cosas más cercanas al hip-hop, al techno o al jungle. “Me gusta mucho la música electrónica británica, siempre ha sido mi favorita. Además, como me crie en Valencia, me encanta la música de la época de la Ruta del Bakalao: la EBM, el techno pop, la electrónica belga de los noventa... Es mi ‘guilty pleasure’ (placer culpable)”, confiesa.

Escucha sus creaciones

Estilo que se ha escucha en varios puntos clave del panorama musical como, por ejemplo, el año pasado en el ‘BBK Live, en Bilbao’. “También en el ‘Observatorio’, un festival en Balboa y que los bercianos deberíamos cuidar porque es excepcional”, reclama. Además, ha llevado su estilo musical a varias discotecas nacionales desde que se acabó la pandemia, como la ‘Industrial Copera’ de Granada, ‘Razzamatazz’ en Barcelona -donde fue camarera-, ‘Mondo Club’ en Vigo, ‘Dabadaba’ en Donosti, etc.

A pesar, de su amplia trayectoria tiene una espinita clavada, “me duele un poco porque estoy al lado, literalmente, y tiene una tradición increíble en música electrónica, es en Asturias”. Pero hasta que llegue ese momento, tiene una cita muy importante en el escenario del 'SonarLab' el sábado 17 de junio a las 21.30 h’.

Escalón al éxito

Cuando queremos saber cómo ha conseguido formar parte de un evento con tanta envergadura, responde, “pues creo que un poco por vieja”. Pero enseguida indica que es un festival con el que siempre ha tenido una vinculación muy fuerte, primero como asistente y luego, durante años, como periodista musical. “Es verdad que en mi generación no había tantísima gente interesante pinchando como la hay ahora. He tenido mucha suerte porque, a pesar de ser más mayor, ahora convivo dentro de la escena con gente más joven y, quieras que no, me sirve de empuje y me da visibilidad”, explica. Como no podía ser de otra manera, Mónica considera esta oportunidad una bendición de poder actuar en un festival que, según ella, es meca de la música electrónica. 

Pero la fecha se va acercando y la presión se va notando. “A pesar de saberlo con bastante tiempo, me está costando un poco decidir qué voy a hacer exactamente a nivel musical”, reconoce. “Para muchos DJs que se dedican profesionalmente al cien por cien, preparar sets les parece casi como traicionar el espíritu de la profesión; y les entiendo. Pero a mí me da seguridad y me quita mucha ansiedad llevar algo más o menos establecido en mente, aunque luego hagas otra cosa”, comparte su manera de enfrentarse a una cita como esta.

En los últimos quince años, de los treinta que lleva el festival, es la primera leonesa en estar en cartel. “Ojalá sea algo que ocurra más a menudo. Hay que tener en cuenta que para empezar a pinchar hace falta tener unos platos y a una mesa de mezclas -que es un equipo carísimo-, acceso a eventos de música electrónica y disponer de una escena local rica que haga de catalizador para la gente joven”, recalca la dificultad de abrirse paso en este mundillo. Y ante este panorama pone a su disposición su experiencia y tiempo a las siguientes generaciones de DJs, “si me lee alguien que le gustaría empezar y que siente inquietud por la música electrónica, que no dude en contactarme por redes, me encantaría amadrinar y ayudar en lo posible a la chavalada que está empezando”. 

Esperanza para la tierrina

“Desde otras zonas de España, León es una gran desconocida en muchísimos aspectos y la escena electrónica no iba a ser menos. Luego te pones a rascar y te das cuenta de que la provincia siempre ha tenido sus pequeños grupos de personas haciendo cosas interesantísimas y con muy buen gusto”, remarca. Y menciona el ‘FIV’ -Festival Irracional de Valdepiélago– o el ‘Tesla Festival’.

“Hay gente en León pinchando a un nivel brutal y, si no tienen la misma presencia nacional que otros DJs de Madrid o Barcelona, es por el factor geográfico. Pero también es importante que haya gente en la provincia con voluntad de quedarse aquí, crear escena y una oferta cultural interesante para la gente local”, destaca la labor de sus compañeros. Mónica defiende la descentralización porque es donde nacen nuevos artistas con sonidos diferentes, nuevos géneros, nuevos festivales, nuevas formas de hacer y de evolucionar.