Agentes de la agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de León investigaron a un hombre de 49 años, conductor de autobús, como presunto autor de un delito contra la Seguridad Vial. El hombre fue identificado por conducir un vehículo a motor bajo la influencia de bebidas alcohólicas mientras realizaba un trayecto por la autovía León-Benavente (A-66) en la provincia leonesa para trasladar a las integrantes de un equipo femenino de rugby.
Los hechos tuvieron lugar el domingo 17 de noviembre. El autobús fue interceptado cuando circulaba por la autovía A-66, sentido Madrid. En su interior viajaba un equipo de rugby, con jugadoras de edades comprendidas entre los 18 y 22 años de edad, que se había trasladado a la provincia de León para disputar un partido de la liga femenina de Primera División autonómica en Castilla y León.
Dada la actitud incorrecta del conductor, las propias jugadoras se pusieron en contacto telefónico con varios de sus familiares para comunicarles la situación y la preocupación que tenían por el riesgo de sufrir un accidente, a causa del estado en el que apreciaron al conductor. Ya entonces indicaron a sus seres queridos que sospechaban que pudiera conducir bajo la influencia de alguna sustancia que le distraía de la conducción, a la vista de las maniobras que realizaba ante la presencia de otros usuarios de la vía, tales como distracción al volante, circular por el arcén o frenazos bruscos.
Además, señalaron que en un momento dado estuvo a punto de colisionar por alcance, con el consiguiente peligro de sufrir un siniestro vial de consecuencias graves.
Los propios familiares fueron quienes avisaron a la central de la Guardia Civil de Tráfico de León, que movilizó a varias patrullas en servicio para que comprobaran los hechos. Así, se estableció un dispositivo extraordinario de control de ese vehículo en particular, el cual fue interceptado y detenido sobre las 17.00 horas en el área de descanso de la localidad de Ardón, en la provincia leonesa, ubicada en el punto kilométrico 165 de la A-66, sentido decreciente.
Una vez en el lugar, se practicó al conductor la prueba de alcoholemia, con el resultado de que duplicaba la tasa máxima permitida para los profesionales del transporte de viajeros. Por ese motivo, se procedió a la inmovilización del vehículo y a la instrucción de diligencias penales contra el conductor como presunto autor de un delito de conducción bajo los efectos de bebidas alcohólicas.
Las deportistas tuvieron que esperar en el lugar durante unas dos horas acompañadas por tres patrullas de la Guardia Civil, hasta que la empresa de transporte gestionó otro autobús con otro chófer para poder continuar el viaje con seguridad de vuelta hasta su lugar de procedencia, con el consiguiente alivio suyo y de sus familias.