Valencia de Don Juan albergará una planta que transformará los residuos ganaderos y de la agroindustria local en biometano, fertilizantes orgánicos y compost en el municipio con una inversión de 26 millones de euros y la creación de una decena de empleos directos. Así lo ha explicado el CEO de Genia Bioenergy, Gabriel Butler, este jueves durante la presentación de este proyecto cuya construcción comenzará a finales de 2025. La planta empezará a operar un año después, en 2026, con una vigencia de treinta años.
A la presentación ha acudido el alcalde de Valencia de Don Juan, Ricardo Barrientos, que ha valorado que esta planta generará una decena de empleos directos y una treintena indirectos y “supondrá un impulso de la actividad económica en toda la comarca, generará tejido empresarial dentro de la población y traerá beneficios para todos y muy especialmente para ganaderos y la industria agroalimentaria”. Barrientos también ha destacado que la planta estará localizada a más de tres kilómetros del núcleo urbano con la tranquilidad que conlleva para los vecinos.
En la instalación se procesarán los residuos para convertirlos en productos mediante un proceso natural de digestión anaerobia. De esos residuos se obtiene un biogás rico en metano que, mediante un proceso de upgrading en la misma planta, pasa a ser biometano, un gas de origen renovable con las mismas características y usos que el gas natural de origen fósil, pero con una huella de carbono como mínimo un 80% inferior, ha destacado Butler.
Por su parte, el delegado regional de Genia Bioenergy, Bartosz Bugoslaw ha cifrado en unos 93GWh/año el biometano que se producirá y ha explicado que se inyectará a la red de distribución. Con ese gas se podría cubrir el 4,4% de las necesidades de gas de los hogares y las industrias de la provincia de León.
Se trata de una planta diseñada con tecnología de última generación para gestionar mediante un proceso natural de digestión anaerobia (por la acción de bacterias que viven en ausencia de oxígeno) hasta 145.000 toneladas cada año de deyecciones animales ganaderas y otros residuos de la industria agroalimentaria local.
“Cuando entre en funcionamiento, ofrecerá a las explotaciones ganaderas una vía de reducir sus costes, cumplir la normativa europea y disminuir el tiempo dedicado a los trámites administrativos por la gestión del residuo, disponer de más espacio en sus instalaciones y reducir considerablemente las molestias de olores e insectos que provocan las actuales balsas en las poblaciones cercanas a las granjas”, ha explicado Butler.
Genia Bioenergy ya ha llegado a acuerdos a largo plazo con ganaderías y gestores de residuos locales de la provincia para integrarlos en los procesos de la planta. Además de gas renovable, la planta genera un precursor de fertilizante orgánico líquido (unas 9.500 toneladas cada año) y enmiendas orgánicas (unas 65.000 toneladas /año) que tendrán un uso agronómico para agricultores de la comarca.
“De esta manera el 100% de lo que eran residuos se convierte de nuevo en producto en un ciclo de economía circular que beneficia tanto a ganaderos y agricultores como a la industria alimentaria”, ha señalado.