El año hidrológico está próximo a su finalización, apura las últimas semanas, ya que concluye el último día del mes de septiembre y arranca uno nuevo el 1 de noviembre, y a día de hoy la situación de todos los pantanos de la provincia leonesa es extraordinariamente buena, situándose casi en el doble del agua almacenada el año pasado y superando con creces la media de la última década.
Según la última actualización de los datos, los cuatro pantanos de la cuenca el Duero (Villameca, Barrios de Luna, Porma y Riaño) rondan una media del 50% de su capacidad total, dado que almacenan 605,7 hectómetros cúbicos de líquido frente a los 1.287 de su capacidad máxima. Pero destaca el hecho de que a principios de septiembre del pasado año, esa cifra era de apenas 329,6 h3, con lo que los embalses demostraban entonces más que ahora haber llegado a final del ciclo principal de riego mucho más agotados que ahora.
Las precipitaciones de lluvia, que además en la última semana han sido importantes, se suman a las altas aportaciones que todos los embalses habían recibido en los meses previos al verano, y esto ha hecho que aunque el ritmo de salida del agua sobre todo con destino al riego ha sido alta, su situación todavía se mantenga muy consolidada.
Es precisamente el pantano de mayor capacidad de la provincia leonesa, el de Riaño, el que presenta cifras más altas: de sus 641,4 hectómetros totales mantiene a esta fecha 326,4 de agua, lo que se eleva a casi un 51%. Le sigue el pantano del Porma, con el 48,5% de líquido, ya que presenta 154,1 hectómetros. Tenía 88 en el arranque de septiembre de hace un año. Al 38,5% se encuentra Barrios de Luna (118,7 hectómetros) y al 32,8% Villameca, con (6,6).
En la vertiente berciana, el pantano de Bárcena, en la cuenca del Sil, es el que presenta cifras más altas de almacenaje. El 66,81% de capacidad completa se obtiene gracias a los 227,8 hectómetros cúbicos guardados de los casi 341 que tiene de capacidad total.