Nuevos corzos y jabalíes ahogados sin remedio en el Canal de Arriola tras años de promesas incumplidas

Un año más, sin que nadie ponga solución definitiva alguna, están volviendo a producirse agónicas muertes de animales salvajes como corzos o jabalíes que mueren ahogados en el Canal de Arriola, en la comarca leonesa de La Sobarriba.

La macabra estampa se repite año tras año. La de esta misma jornada de miércoles dejaba ver la acumulación de un total de seis corzos y tres jabalíes que cayeron al cauce del canal de riego y que han ido a parar, empujados por la corriente, a las rejillas metálicas ubicadas a la altura de la localidad de Paradilla de La Sobarriba.

Eso después de intentar sin éxito los animales abandonar la corriente y acabar repletos de heridas y ahogados sin remisión al no haber ningún punto de escape en todo el recorrido. La acumulación de los cadáveres era apreciable hoy tras ser extraídos sus cuerpos por la empresa contratada por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) para hacerse cargo de los cadáveres, para que no permanezcan tampoco mucho tiempo en el aliviadero de Paradilla.

El Canal de Arriola suma un recorrido próximo a los 32 kilómetros y se nutre del agua proveniente del río Porma. Entró en servicio en 1983 y permite regar algo más de 4.600 hectáreas en la Sobarriba y la comarca del Condado. Las protestas contra CHD ha forzado a este organismo a prometer varias veces soluciones de seguridad para los animales, tanto para que no caigan en el canal como, sobre todo, para que en algún punto de su recorrido puedan disponer de una rampa de huida.

En concreto, se anunció una solución concreta en el año 2020 con la instalación de cuatro nuevas rampas a lo largo de su recorrido por la zona, con una inversión prevista de 13.552 euros, pero que al igual que otros anuncios en años previos no ha llegado a materializarse. Y eso a pesar de que en aquella ocasión la propia Confederación asegurara por fin ser “sensible a esta problemática”, asegurando que la institución “lleva tiempo implementando medidas para evitar esta mortandad”. Algo que la constante acumulación de cadáveres contradice.

Pero incluso antes, en 2017, CHD había instalado una plataforma de madera en el pueblo de Represa del Condado (municipio de Vegas del Condado). Sin embargo, el problema en Paradilla quedó en manos del Club Deportivo de Cazadores de La Sobarriba, una sociedad de cazadores que acordó hacerse cargo de otra rampa más justo antes de la reja donde acaban almacenándose los ejemplares de los animales ahogados, algo que nunca ocurrió tampoco.