De alerta por sequía extrema a exceso de agua en apenas siete meses. La provincia de León ha sufrido un bandazo sin apenas precedentes históricos en el volumen y el porcentaje de agua que atesoran sus pantanos, fruto de una sucesión de nevadas, primero, y fuertes borrascas, después.
Eso es lo que explica que León fuera el pasado mes de octubre el símbolo de la escasez de líquido en toda España, al bajar sus reservas hasta la extenuación de un 4% en el embalses de Los Barrios de Luna, y hoy este mismo pantano supere el 94%. Un 94% que es casi la media de todos los existentes en la provincia (en concreto 94,36%), lo que la sitúa esta semana de mayo en la tercera de España con más porcentaje de líquido en reserva, sólo superada por Guipúzcoa (96,77%) y por los pelos Pontevedra (94,7%).
Los pantanos leoneses llevan semanas desembalsando, por exceso. Villameca, en la comarca de La Cepeda, es la que tiene un porcentaje más pequeño y eso que tiene el 92% de sus 20 hectómetros cúbicos repleto. El gran pantano de Riaño ha alcanzado ya el 95% de su capacidad total (tiene 618 de los 641 hectómetros cúbicos que admite como máximo). Y siguiendo en la cuenca del Duero, el del Porma alcanza el 95,6% de ocupación. En la otra cuenca de la provincia, la del Miño-Sil, el pantano de Bárcena también roza el 95% de llenado, situándose a apenas 10 hectómetros de su máximo posible.
Así de repletos, todos ellos juntos almacenan en la geografía leonesa 1.672 hm3, de manera que con otros 100 hectómetros más estarían todos ellos a rebosar. Y las fuertes tormentas que la previsión oficial meteorológica observa para las próximas jornadas, no sería de extrañar que los pantanos se acerquen a su lleno total, a pesar de que las confederaciones hidrográficas hace semanas que desembalsan a buen ritmo para evitar apurar la capacidad total tras las presas.
Como se avecina el riego
Ni que decir tiene que con estas cantidades, las campañas de riego de las zonas situadas aguas abajo de estos pantanos están plenamente garantizadas, a pesar de que algunos como el embalse de Luna normalmente llegue justo al fin de la campaña por su aportación hídrica a los campos del Órbigo y el Páramo leonés.
Pero el principal argumento que la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) viene utilizando durante años para justificar la construcción de dos nuevos pantanos en la provincia, las criticadas 'balsas' de La Moral y Los Riales en el entorno de Carrizo de la Ribera, parece perder peso por la fuerza de los hechos: de la peor sequía a la abundancia de agua más grande de la última década se puede pasar en tiempo récord. 2018 lo ha demostrado con creces.
Así las cosas, los 1.772 hectómetros cúbicos de líquido elemento que León tiene almacenados a día de hoy, antes de finales de mayo, convierten a la provincia leonesa en la novena del país con más cantidad de agua en reserva, superada por las dos provincias extremeñas (Cáceres y Badajoz suman unos volúmenes enormes), Zaragoza, Salamanca, Valencia, Jaén, Huesca y Guadalajara. Ni Asturias tiene este año más agua que la vecina provincia leonesa.
Por estas mismas fechas, esos 1.772 hectómetros eran hace justo un año casi 700 hectómetros menos. Y la media de los últimos diez años se ha quedado en menos de 1.500. Por lo que no es exagerado concluir que del triste récord de mostrar la estampa más sedienta del país en Luna hace sólo siete meses se ha superado por el récord de la lluvia caída en este tiempo.