León lidera el número de detenidos en carretera por delitos contra la seguridad, con 329

J.L.Robledo / ICAL

La provincia de León lidera el número de detenidos o imputados por la Guardia Civil en las carreteras de la Comunidad por delitos contra la seguridad, con 329. Le siguen Valladolid con 243 y Burgos con 245 detenidos. En el lado opuesto se encuentra Soria con 75, seguida de Palencia (108), Zamora (123), Ávila (177), Salamanca (195) y Segovia (206).

En Castilla y León el número de detenidos o imputados ha descendido en los últimos cinco años más de un tercio. Si en 2012 fueron 2.872 las personas investigadas por delitos contra la seguridad vial, el pasado año la cifra cayó hasta las 1.671 (-41,8%), según datos ofrecidos por el Ministerio del Interior. En el conjunto nacional la caída fue menor, de un 34,6%, al pasar de 33.210 a 21.717.

Los positivos en los controles de alcohol y drogas se mantienen como la primera causa y en 2016 dejaron 993 imputados, el 59,4 por ciento del total. La segunda causa de los delitos contra la seguridad vial fue la de conducir sin haber logrado la licencia o bien por hacerlo habiendo agotado todos los puntos del carnet. En este caso se contabilizaron 457 imputaciones (27,3 por ciento del total).

Por su parte, el exceso de velocidad sólo representa el 1,7 por ciento de los casos, y el pasado año se contabilizaron 29. Detrás de estos delitos están la negativa a someterse a los controles de alcoholemia o drogas o la conducción temeraria.

Las organizaciones de conductores achacaron este descenso a una mayor concienciación por parte de los conductores, pero advierten que todavía queda mucho trabajo por hacer. Tanto desde Automovilistas Europeos Asociados (AEA), como desde el RACE se resalta que los datos de presencia de alcohol y drogas en conductores fallecidos o implicados en siniestros son inaceptables.

Para el presidente de AEA, Mario Arnaldo, es vital incrementar la vigilancia sobre los conductores que se sientan al volante bajo los efectos de las drogas, ya que en los últimos años mientras descienden los positivos por alcohol se incrementan los de drogas.

A su vez, Arnaldo también criticó el sistema de la Dirección General de Tráfico (DGT) para comunicar la pérdida de puntos y del carné y aseguró que se trata de una de las asignaturas pendientes de la administración, ya que muchos conductores que son imputados por este motivo no son conscientes de que han perdido su licencia de conducir al haber agotado su saldo de puntos. Además, también puntualizó que estos “errores” de comunicación de la DGT provocan que buena parte de los juicios contra estos conductores acaben archivados.

Conducir sin carné pasó a ser delito en mayo de 2008 después de que entrara en vigor el artículo 384 del Código Penal, donde se establecen penas prisión de tres a seis meses, o multa de 12 a 24 meses, o trabajos en beneficio de la comunidad de 30 a 90 días. Hasta entonces, conducir sin licencia sólo implicaba una sanción administrativa.

Por su parte, el portavoz del RACE, Antonio Lucas, resaltó que esta reducción está en consonancia con el descenso de la siniestralidad que se viene registrando en las carreteras y viene a demostrar que los esfuerzos por mejorar la seguridad vial están dando sus frutos, aunque aún hay que trabajar mucho en los fallos que todavía existen en “educación, formación y en el sistema sancionador”.

Además de intensificar los controles de drogas y alcohol y “sacar fuera de las carreteras a las personas que ponen en peligro la vida de los demás”, para Lucas también es necesario hacer “pedagogía de la sanción” e insistir en las consecuencias que tienen las conductas delictivas.

A su vez, también recalcó la importancia de la educación vial, y argumenta que las medidas coercitivas no son suficientes para acabar con ciertas conductas que muchos conductores no asumen como peligrosas. “Conducir durante más de dos horas seguidas está demostrado que incrementa el riesgo de sufrir un accidente y llevar mal colocado el reposacabezas dispara las posibilidades de sufrir una lesión grave en caso de sufrir una colisión aunque sea a poco velocidad. Sin embargo, ninguna de estas prácticas conlleva una sanción. El objetivo es que todos los conductores seamos conscientes del riesgo que conllevan ciertas prácticas”, sentenció.