La grave enfermedad de la tuberculosis bovina avanza en la Montaña oriental de León sin descanso. Hace pocas semanas de un primer y entonces único foco en una gadanería situada en Lario, en la que se produjo un positivo de entre las 141 cabezas de vaca. Un caso que la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León, que ahora regenta la formación política Vox, admitiera la excepción al protocolo habitual para evitar que su propietario tuviera que sacrificar a toda la cabaña.
Sin embargo, hoy la propia Junta ha admitido que la tuberculosis aumenta en la zona y mucho. Fuentes de la Delegación Territorial de la Junta en León admiten de manera oficial en el seno del Consejo Agrario Provincial que ya son cuatro las explotaciones con casos positivos, los cuales han escalado hasta sumar ya cinco reses.
Las tres nuevas explotaciones pertenecen al municipio de Riaño. En total, 688 cabezas de ganado vacuno de extensivo están afectadas por la situación. Pero pese a todo, las autoridades autonómicas seguirán sin sacrificar más que a las vacas que dan positivo en las pruebas de PCR, aislando al resto.
Y no sólo eso: en una nota de prensa, el jefe del servicio territorial de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Fidentino Reyero, confirma que la Junta continuará con el proceso de calificación de la provincia como “oficialmente libre de tuberculosis bovina”. Entienden que “se siguen cumpliendo los parámetros necesarios para ello, incluso con la confirmación de cinco animales positivos” de esta enfermedad.
Precisamente, a finales de mayo el propio vicepresidente de la Junta y líder de Vox en Castilla y León, Juan Garcia-Gallardo, visitó al primer ganadero afectado en Lario para certificarle en persona que el Gobierno autonómico y su formación apoyaban una excepción al sacrificio de tda la explotación, como es preceptivo en casos similares y siempre se había hecho.
Las decisiones y la evolución
En la nota de prensa oficial de la Junta se relata la evolución de los hechos, explicando que en la primera Lario afectada por la tuberculosis cuenta con un censo de 141 animales y el positivo se diagnosticó en un animal en matadero.
También admiten que en un primer momento, la Dirección General de Producción Agropecuaria se adoptó la medida de realizar un vaciado sanitario de esta explotación, “tal como se recomienda en la normativa europea y nacional al respecto”, remarca la Junta desade León. Es decir, el sacrificio de todos los ejemplares.
En este contexto hay que recordar que el anterior director de Producción Agrícola y Ganadera, Agustín Álvarez Nogal, fue cesado el 10 de mayo y la dimisión de la jefa de Servicio de Sanidad Animal de la Consejería, Olga Mínguez, se produjo la semana pasada.
Tras todo esto, la medida se revocó después desde Valladolid por parte de la Consejería que preside Gerardo Dueñas, de Vox. Ahora, aparecieron cuatro animales positivos más en tres explotaciones de Riaño con un censo de 547 animales, positivos que fueron sacrificados “y se tomaron muestras para la realización de la prueba PCR directa, con resultados positivos en todas ellas”.
El cambio de criterio para ejecutar el habitual vaciado sanitario se justifica ahora por la elaboración de “un plan de actuación a llevar a cabo por la Unidad Veterinaria de Riaño en estas explotaciones”, con un “planteamiento global, sin menoscabo de las medidas sanitarias y de bioseguridad necesarias que eviten la dispersión de la enfermedad tanto al ganado doméstico como a los animales silvestres”.
Dobles medidas
Las actuaciones previstas en este plan son por un lado sanitarias y por otro de bioseguridad, dicen ahora desde la Junta. Las primeras, con la realización de pruebas diagnósticas de investigación de todos los animales de las cuatro explotaciones “con una frecuencia de 90 días”. “Todos los animales reactores a las pruebas serán sacrificados en un plazo máximo de 15 días y sometidos a analítica para la detección del agente causal de la tuberculosis mediante PCR directa y cultivo líquido en paralelo”, añaden.
Las pruebas se repetirán hasta un mínimo de cuatro ocasiones, salvo, indican por si acaso la situación se desboca, “en el caso de un agravamiento de los resultados sanitarios que obligue a tomar otras medidas.
Respecto a bioseguridad, para intentar que la enfermedad no se transmita a más ganado ni tampoco a fausa salvaje, muy abundante en la zona, se anuncia que la Unidad Veterinaria realizará una “georreferenciación exhaustiva de los animales ubicados en cada pasto”, un control res a res.
Planes sanitarios, ganadero y de caza
También comprobará que haya cerramientos, estructuras e instalaciones “que restrinjan el acceso de la fauna silvestre”, comederos y bebederos sólo para ganado bovino y evaluación de las medidas de limitación de acceso de los animales silvestres a los espacios habitualmente utilizados por el ganado.
Si no fueran adecuadas, aún dan margen: un plazo de dos meses “para la subsanación de las incidencias y la puesta en práctica de medidas correctoras”. Y “una vez al mes se llevará a cabo una visita de comprobación del mantenimiento de las medidas de bioseguridad y se comunicarán las medidas correctoras que correspondan”.
Además, pedirán al dueño de los pastos un plan sanitario, “aprobado por la autoridad competente en sanidad animal”, junto a otro del plan de caza aprobado por la propia Junta, el cual deberá ser entregado a los servicios veterinarios oficiales durante la inspección a los pastos.
El Gobierno autonómico respalda el 'indulto'
Incluso antes de conocerse el aumento de la incidencia grave de tuberculosis, el consejero portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, defendió públicamente el 'indulto' a varios cientos de reses en León después de que una de las cabezas de ganado diera positivo en tuberculosis bovina, asegurando que Castilla y León cambiará el control de tuberculosis bovina si suben los contagios o no se puede preservar el aislamiento.
Carriedo ha asegurado que no está previsto “en principio” modificar el protocolo ni la ley vigente y ha atribuido este indulto -del que el vicepresidente autonómico se ha jactado en redes como mérito de Vox- a unas “circunstancias” concretas que han analizado “los técnicos”. Carriedo ha enumerado los criterios que se han tenido en cuenta: el tamaño de la explotación, el número de los brotes y capacidad de aislamiento y el posible contagio o no a las especies silvestres.
El Gobierno autonómico “garantiza” con estos indultos, que han sido criticados por los veterinarios, el cumplimiento de la ley de Sanidad Animal, el Protocolo de erradicación de la tuberculosis bovina y el reglamento europeo. “El objetivo es garantizar la salud de la cabaña bovina y el futuro de las explotaciones ganaderas”, ha afirmado el portavoz.