El incendio de Boca de Huérgano, en un paraíso natural, se descontrola y sube a nivel 2 por poder afectar a pueblos

C.J. Domínguez

Absolutamente descontrolado, avanzando a gran velocidad en al menos dos frentes y causando no sólo un daño medioambiental incalculable, en plena reserva y Parque Regional de Montaña de Riaño y Mampodre, sino incluso amenazando pueblos.

Esta es la grave situación que presenta este martes el incendio del municipio de Boca de Huérgano, que ya suma las 500 hectáreas calcinadas, y por cuya peligrosidad la Junta de Castilla y León ha declarado oficialmente el nivel 2 (sobre 3), oficialmente “por posible peligro para las personas y los bienes de naturaleza no forestal”.

De hecho, al drama de estar quemando espacios incalculables como un bosque de acebos con árboles de más de 300 años entre los pueblos de Valverde de la Sierra y Barniedo de la Reina, se suma que desde algunos pueblos como este último son claramente visibles las enormes llamas que alguno de los frentes desprenden.

Un panorama que deja imágenes de impresionantes nubes de humo visibles hasta desde Riaño y cuyo humo, además, podría afectar de manera grave al pueblo de Los Espejos de la Reina. De momento, poco antes de las ocho de la tarde, la Consejería de Medio Ambiente no ha dado la orden de desalojo.

Según la versión oficial de la Junta, el siniestro originado el pasado domingo, y que avanzaba pero lentamente hasta esta mañana, ahora se ha topado con el problema de la orografía en Valverde de la Sierra, “complicando el acceso de los medios y las tareas de extinción del incendio forestal”, remarcan fuentes de la Delegación Territorial de la Junta en León.

A ello, suma que las condiciones meteorológicas no son las habituales para esta época, lo que hace que “el combustible está más seco”.

Según la información aportada por la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León en la provincia leonesa, esta tarde han trabajado en y sobre la zona hasta seis helicópteros y tres aviones anfibios, los primeros todos con sus respectivas brigadas y otra cuadrilla de brigadas de refuerzo, tanto de la propia Junta como del Gobierno central, es decir, Elif y Brif. Se suma igualmente el avión de coordinación estatal.

También hay diez agentes medioambientales, otras seis cuadrillas de tierra completas, tres bulldozer y tres autobombas, todo ello habiéndose multiplicado de la mañana a la tarde.

Pero la situación es tan crecientemente alarmante que la administración autonómica ya ha solicitado de manera formal la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME) del Ministerio de Defensa.

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