Gordoncillo inaugura por todo lo alto uno de sus proyectos 'estrella', llamado a convertirse en un referente museístico, cultura y de memoria industrial de la Comunidad: el Museo de la Industria Harinera de Castilla y León (MIHACALE), así como el Centro Cultural La Panera, situado en la Carretera LE-542.
El desembarco de actividades será elevado para tal momento. Tras una presentación a cargo de la periodista leonesa Ana Gaitero intervendrán el alcalde de Gordoncillo, Urbano Seco, y el historiador y guía del museo, Javier Revilla, seguido de Germán Vega García-Luengos, nieto del fundador de la fábrica de harinas.
Pero no faltará el contenido lúdico y cultural que se buscará para este nuevo centro. Por eso, destacará la actuación performática de la artista Miriam de la Vega, y la actuación del conocido y televisivo Pepe Viyuela, actor de la serie 'Aída', todo ello previo a la inauguración en sí de la primera exposición en la Panera: “Diálogos e intersecciones entre la poesía y las artes plásticas”, con obras de 52 artistas, coordinada por el Instituto Leonés de Cultura.
La oferta que hoy verá la luz se convertirá en el mayor centro cultural del Sur de León. Dsipone de teatro-auditorio, sala de exposiciones y una antigua fábrica de harinas restaurada como museo, todo ello en un complejo de 3000 metros ubicados junto a la ermita del Cristo. El espacio museístico se compone primero de la fábrica de harinas 'Marina-Luz, establecida en la década de 1930, aunque el edificio que se ve hoy es del año 1944, reconstrucción tras un incendio. Conserva gran parte de su madera original, destacando especialmente las tuberías de madera para elevar y transportar el trigo y la harina, con una longitud aproximada de 300 metros. En total mostrará de 15 máquinas y otros muchos accesorios originales como poleas de transmisión, carretillos, básculas, ensaques y otras herramientas.
La fábrica-museo se distribuye a lo largo de sus 3 plantas, cada una con una superficie de 100 m2. La musealización de la fábrica se ha efectuado mediante la colocación de 13 paneles didácticos, distribuidos de tal modo que no interfieran con las máquinas y elementos originales, pudiéndose fotografiar los mismos sin que parezca que estamos en un museo. Los paneles explican tanto la evolución técnica de la molinería en general, como la propia historia de la fábrica de Gordoncillo, con especial protagonismo para los trabajadores y la familia empresarial que desarrolló allí su actividad; estas personas, ya desaparecidas, han vuelto a la fábrica fotográficamente de modo que su memoria permanezca en ella para siempre.
La segunda zona del museo es la vivienda, la antigua casa del molinero, que se ha rehabilitado y servirá para alojar a artistas y conferenciantes.
Y por último, el museo consta también con la panera, un antiguo granero de dos plantas que suma 750 metros cuadrados. Construido en tapial y adobe por los maestros Honorio y Aquilino Peña, en su recuperación se ha conservado todo el forjado y la cubierta original de madera, además del tejado de teja árabe.
La función del edificio fue almacenar el trigo producido en Gordoncillo y pueblos limítrofes, ya que tras la Guerra Civil el gobierno franquista obligó a entregar cada cosecha al Servicio Nacional del Trigo. La planta elevada era donde se almacenaban los productos obtenidos de la fábrica de harinas: salvados, tercerillas, harina... Desde hoy, la panera acogerá un teatro con capacidad para 300 espectadores sentados; una oficina de turismo y centro de recepción de visitantes, para promocionar las restantes ofertas culturales, turísticas o económicas de la localidad. Y la sala de exposiciones, de 375 metros, una de las mayores de la provincia.
Es importante destacar que el horario que tendrá en agosto será 10.00 a 13.00 horas y de 17.00 a 20.00 horas.