El Esla tendrá su descenso de aguas bravas

ileon.com

La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) ha autorizado a la Dirección General de Turismo de la Junta de Castilla y León a ejecutar las obras previstas en el proyecto de construcción de un área de descenso de aguas bravas en el río Esla a su paso por los municipios de Crémenes y Sabero (León) que afecten al cauce y a la zona de policía.

El proyecto contempla la adecuación de 14 kilómetros, entre Crémenes y la zona conocida como “Regaceos, playa de Sabero” para la práctica de actividades deportivas.

En concreto, el Organismo de cuenca ha autorizado a la promotora a adecuar una explanada colindante al río y a instalar un embarcadero

flotante en Crémenes, a colocar bolos en el tramo previsto para el descenso a fin de conseguir aumentar la velocidad de la corriente para facilitar la práctica deportiva y a construir una pasarela central y dos laterales sobre el río Esla a su paso por Alejico para facilitar la comunicación peatonal de las márgenes y potenciar la visibilidad del río.

Además, el Organismo de cuenca ha dado su autorización a la Junta de Castilla y León para que instale en el punto de llegada, es decir en la playa de Sabero, un segundo embarcadero flotante y un edificio de servicios que funcione como centro de recepción de visitantes y almacén del material de piragüismo así como para que, adosado a este edificio, se ubique un punto de limpieza para embarcaciones que evite la propagación de especies invasoras como el mejillón cebra.

Por el contrario, la CHD no ha autorizado ninguna de las actuaciones previstas en el azud de Valdoré en tanto no se resuelva el expediente de caducidad del aprovechamiento de agua que tenía concedida la antigua serrería de la localidad y que hace más de tres años que no utiliza. Los promotores planteaban demoler una sección del azud y su posterior reparación mediante la colocación de un muro de mampostería para facilitar el paso de las piraguas.

Tampoco se podrán ejecutar las obras previstas 100 metros aguas abajo del azud. En esta zona los promotores del proyecto pretendían crear un “rulo”, estrechando el cauce y creando un desnivel para formar una especie de cascada con caída para las embarcaciones, pero los estudios hidráulicos realizados lo desaconsejan.

La autorización del Organismo de cuenca también precisa que el uso deportivo del río en ningún momento condicionará la explotación de la presa de Riaño por lo que los caudales del Esla se verán supeditados a las necesidades de explotación del embalse.