La Cueva de Valporquero de León arranca el jueves su temporada de visitas hasta el 10 de diciembre

Agencia ICAL

La Cueva de Valporquero inaugura el jueves 9 de marzo su nueva temporada, tras lo que se mantendrá abierta hasta el 10 de diciembre. La gruta geológica ubicada en el municipio leonés de Vegacervera iniciará así la primera tanda de visitas de cuatro días semanales, de manera que durante los meses de marzo y abril abrirá de jueves a domingo, además de los festivos y toda la Semana Santa, incluido el Lunes de Pascua, de 10 a 17 horas.

A partir del 1 de mayo y hasta el 30 de septiembre, el recurso turístico que gestiona la Diputación provincial estará abierto todos los días, de 10 a 18 horas, mientras que desde el 1 de octubre y hasta el fin de la temporada, el 10 de diciembre, se volverá a la apertura de jueves a domingo y festivos hasta las cinco de la tarde.

Tras un primer fin de semana de ajuste, en el que se llevaron a cabo dos primeras jornadas de apertura, la Cueva recibió 313 visitantes distribuidos en 16 grupos, de los que once que realizaron el recorrido normal, cuatro el largo y uno el de ‘Valporquero insólito’. La procedencia de los usuarios fue fundamentalmente de Castilla y León, Cantabria, Madrid, Galicia y Asturias.

El pasado año, la temporada se cerró con más de 56.500 visitantes, el doble que en 2020, cuando se llevó a cabo la más atípica de toda su historia por la pandemia, en la que apenas alcanzó los 27.800. No obstante, la media de visitas previa a esta crisis sanitaria rondaba las 73.000.

Recorridos

Las reservas para visitar la Cueva pueden llevarse a cabo a través de su página web, o en taquilla, salvo para el recorrido ‘Valporquero insólito’, que solo se puede adquirir online.

El recorrido ‘Valporquero insólito’, que se puso en marcha en junio de 2016, incluye zonas hasta entonces no transitables con un trayecto de ida que se realiza prácticamente a oscuras y se ofrece solo los jueves, sábados y domingos. Esta visita dura casi tres horas y recorre tres kilómetros que llevan al visitante hasta la parte alta de la sala de Pequeñas Maravillas, la galería de acceso al Curso de Aguas, la zona baja de la sala de Maravillas, el lago y el final de la cueva.

La visita normal tiene una duración de en torno a una hora y 1,6 kilómetros de recorrido en los que se pasa por la Gran Rotonda, las Pequeñas Maravillas, las Hadas, el Cementerio Estalactítico y el inicio de la Gran Vía, mientras que el recorrido largo se adentra hasta la columna solitaria y las Maravillas prolongando el tiempo de duración de la visita hasta la hora y media, y la distancia a 2,5 kilómetros.

El monumento subterráneo abrió sus puertas al público general en el año 1966. Desde entonces, bajo la gestión de la institución provincial, ofrece a los visitantes la oportunidad de adentrarse en la profundidad de la montaña caliza y disfrutar de un paisaje de estalactitas, estalagmitas, coladas y columnas que durante más de un millón de años el agua ha ido esculpiendo de una manera lenta pero constante hasta conformar un paisaje único.