Después de años de críticas por su nefasto estado de conservación y el peligro que conlleva, la Dirección General de Carreteras del Ministerio de Transportes acaba de licitar en 6,8 millones de euros las obras de rehabilitación estructural del firme de calzada de 43 kilómetros de la carretera nacional que une las localidades de Mansilla de las Mulas y Cistierna.
En detalle, las obras en la N-625 afectarán, cuando se hayan contratado de manera definitiva, al tramo entre los puntos kilométricos 18,3 y 61,5, que unen Mansilla de las Mulas y Cistierna, según informa hoy el Boletín Oficial del Estado (BOE).
El tramo transcurre por los términos municipales de Mansilla de las Mulas, Valdepolo, Cubillas de Rueda y Cistierna, en la provincia de León, secoge la publicación oficial. El plazo para la recepción de ofertas o solicitudes de participación concluye el próximo 18 de noviembre de 2022.
Sin embargo, la Montaña oriental sigue reclamando la reforma también del asfalto en el resto del trazado leonés de la misma N-625, así como de la N-621 que enlaza con la Comunidad de Cantabria, igualmente lamentables desde hace tiempo.
Cabe recordar también que mientras en el tramo Mansilla-Cistierna se ejecutará esta reforma del firme, nada se sabe del prometido proyecto gubernamental de ejecutar entre ambas localidades una vía rápida de la que ya se habló hace más de 15 años y de la que nada se sigue sin saber.