La consejera de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León, Silvia Clemente, informó hoy de que el Ejecutivo autonómico podrá recuperar este año las actuaciones de concentración parcelaria, con una inversión de 9,2 millones de euros, que permitirán actuar en casi 20.000 hectáreas y beneficiar a 7.000 productores de la provincia de León, que será donde se aborde un mayor número de zonas.
Clemente, que se reunió hoy en León con alcaldes de las zonas en las que se acometerán esas obras, informó a los afectados de los proyectos de ejecución, así como de la transformación que se llevará a cabo en cada uno de los municipios, donde de media las parcelas “se van a multiplicar por seis”, permitiendo así el uso de maquinaria más moderna y el uso “mejor” de los recursos de producción, así como la adquisición de mayor competitividad en las explotaciones, dijo.
La Junta licitará en el primer semestre de este año las obras de infraestructura rural asociadas a las concentraciones parcelarias que se están realizando en las zonas de Alcoba de la Ribera, Noceda-Quintana-Fuseros, Sorribos de Alba, Porma III y IV, Villamanín y Carracedelo. En el segundo semestre del año se licitarán las obras que se realizarán aparejadas a las concentraciones de Pajares de los Oteros III y Santa Colomba de Somoza. La superficie objeto de concentración de estas ocho zonas asciende a 19.872 hectáreas, donde residen más de 7.000 propietarios.
La consejera de Agricultura y Ganadería se felicitó por haber recuperado la capacidad de inversión en infraestructuras de concentración, para volver a incluir estas actuaciones después de que estuvieran dos años “paradas” ante la falta de recursos económicos para poder afrontarlas.
Clemente reconoció que las obras de concentración parcelaria suponen un proceso “muy complejo” porque supone la aportación de la propiedad y, a partir de ahí, se hace una valoración y la localización de esas propiedades para devolver fincas “de mayor tamaño” pero siempre respetando localizaciones y el valor “desde el punto de vista agrario”. El resultado final permite conseguir un beneficio “muy importante” e “inmejorable” a nivel global.
Las actuaciones consistirán en obras en caminos, con infraestructuras rurales nuevas para permitir que la maquinaria llegue “a todas y cada una de las fincas nuevas”. Aunque será un proceso “largo”, Clemente insistió en la necesidad de ser “muy cuidadosos” para abordar unas obras que darán una nueva fisonomía al espacio objeto de la nueva ordenación. Aunque insistió en que se trata de uno de los procesos “con más tradición” en la mejora de la competitividad del campo, también es una de las actuaciones “más esperadas”, añadió.
De la misma manera, la consejera reconoció que León es la provincia de la Comunidad en la que más zonas de concentración parcelaria se van a abordar, además de que explicó que todas ellas se contratarán en la presente anualidad, independientemente de sus plazos de ejecución, que dependerán de la envergadura de cada uno de los proyectos, y que oscilarán entre los dos y los 12 meses. “Es la provincia en la que abordamos el montante más elevado, también porque la superficie agrícola tiene la suficiente importancia para que sea así”, declaró.
Por último, la consejera incidió en que la principal razón de ser de estas intervenciones es que los agricultores puedan desarrollar una actividad “más profesional” al tiempo que obtener mayor rentabilidad con una mayor competitividad en los precios a la hora de sacar los productos al mercado. Igualmente incidió en la adquisición de maquinaria de manera importante por parte de los productores, algo que queda patente en las cifras, ya que el año pasado se gastaron en Castilla y León más de 200 millones de euros en la compra de maquinaria nueva, el 25 por ciento de todo el gasto que se hizo en España.