Representantes de Izquierda Unida (IU) se han visto obligados a gritar desde la calle hacia las ventanas de la Diputación para poder hablar con los extrabajadores, tras ver negado su paso hacia el interior de la institución en dos ocasiones.
Así lo afirma Santiago Ordóñez, candidato a la Alcaldía de León en un comunicado de prensa en el que se pregunta “qué toma Isabel Carrasco por las mañanas para llegar a este estado de desquiciamiento, laminación de los aspectos más fundamentales de cualquier gestión pública e imposición de una dictadura en una administración”. Además, denuncian que ya ni los representantes políticos pueden moverse con libertad y “los trabajadores que exigen sus derechos se encierran para después ser secuestrados por los perros de presa de la reina de corazones”.
Al hilo de este encierro en el edificio del Palacio de los Guzmanes, Ordóñez asegura que “el desmantelamiento de estas oficinas se ha llevado por delante gran parte del área de bienestar social y tomado medidas ilegales que afectan directamente a la vida de muchos trabajadores”.
Según el responsable de la coalición, el escándalo acumulado “supera con creces la paciencia y la línea fronteriza exigible en democracia”. “Cinco cobran por no hacer nada y cuatro se pueden morir de hambre según la señora presidenta”, ha sentenciado Ordóñez.
Además, anuncia que hoy volverán a visitar a los encerrados, “aunque sea de nuevo a gritos desde la calle”.