El hijo mayor del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez ha confirmado en una rueda de prensa que su padre está a punto de fallecer. “Pese a la mejoría que había en el tratamiento de la neumonía, la enfermedad neurológica ha avanzado mucho y todo nos hace indicar que el desenlace es inminente” incluso, ha dicho, “puede ser mucho más rápido de lo que creemos”.
Adolfo Suárez Illana ha comparecido “en nombre de todos los hermanos” en el salón de actos de la clínica Cemtro de Madrid donde está ingresado su padre y ha manifestado que “el horizonte temporal que nos planteamos no supera las 48 horas aunque está en manos de Dios” por lo que “simplemente vamos a optar para que médicamente no tenga ningún tipo de sufrimiento y dejarle marchar en paz”.
Como portavoz de la familia ha confirmado que ha hablado con el rey y con el presidente del Gobierno como era deseo de su padre “en su momento transmitido”. Así ha desvelado que “a su majestad el rey está mañana no le ha hecho falta transmitirme demasiadas cosas” porque “ha estado pendiente todos los días desde hace once años” e incluso “estos últimos días con más intensidad”.
El hijo del expresidente ha manifestado asimismo que “la relación del rey y mi padre ha sido excepcional y la gratitud de mi padre hacia el rey, absoluta. Gracias al rey fue presidente del gobierno, gracias al rey él pudo hacer lo que más le gustaba y en un momento único en la historia de España. Y esos dos hombres cambiaron el curso de la historia”.
Respecto a los últimas horas de su padre en la clínica, Suárez Illana ha indicado que “estos dos días últimos, para tranquilidad de todo el mundo, han sido felices, ha estado rodeado de sus hijos, de mis sobrinos, de mis hijos también, de sus hermanos y nos ha regalado más sonrisas quizás que en los últimos cinco años. De este modo ha asegurado que ”en la enfermedad siempre hay alegría también si uno la sabe buscar.
Además ha dicho que su padre ha recibido “los santos sacramentos y está en paz” y rodeado por los suyos. “Llevamos once años preparándonos pero nunca es fácil. Pero insisto que por encima del dolor puntual, que se nota, hay alegría, mucha alegría”.
Los últimos años de Suárez han sido de una relación afectiva pero no intelectual, ha desvelado su hijo. “No había en estos años una relación intelectual con él, sí había una relación afectiva, la mirada picarona de Suárez se ha mantenido hasta el final. Pero no era consciente, no había esa relación intelectual ni tampoco, por supuesto, ha habido ningún dolo, ningún sufrimiento que la familia haya podido apreciar”, ha concluido.
Adolfo Suárez nació en Cebreros (Ávila) el 25 de septiembre de 1932, por el expreso deseo de su madre Herminia de dar a luz en su tierra. Cursó estudios en el Colegio San Juan de la Cruz y en el Instituto de Enseñanzas Medias y pasaba largas temporadas veraniegas en el municipio abulense de El Tiemblo, junto a sus tíos.
Figura clave de la transición democrática española,en 1976 fue nombrado presidente del Gobierno, con apenas 43 años tras haber sido director general de Televisión Española en los últimos años del franquismo y Ministro secretario general del Movimiento de España bajo el gobierno de Carrero Blanco.
Bajo su presidencia, elegido a dedo por el rey Juan Carlos, se impulsó la transición política del régimen del dictador Francisco Franco a la actual monarquía parlamentaria bajo un sistema democrático. De sus años en el Gobierno sale la Constitución de 1978, actualmente vigente, tras haber ganado las primeras elecciones libres en España desde la Guerra Civil en 1977, bajo el paraguas de la Unión de Centro Democrático (UCD) fundado por él mismo.
En 1979 Suárez ganaba las primeras elecciones bajo la nueva Constitución aunque los vaivenes internos de su partido y de la Transición le llevaron a presentar su dimisión en 1981. El 23 de febrero, cuando se votaba a su sucesor Calvo-Sotelo, se produjo un intento golpe de Estado en el Congreso que fracasaba y suponía el fin de la llamada Transición. Suárez fundó después el partido Centro Democrático y Social (CDS) con el que siguió siendo diputado hasta 1991, fecha en la que se retiró definitivamente de la vida política tras el fracaso de su partido en unas elecciones municipales.
El rey le concedió el título de Duque de Suárez en atención a sus servicios prestados al país.