Desde el Valle de Omaña, espacio protegido por la Reserva de la Biosfera y territorio SIPAM, nuevamente la pluma pide paso para reclamar sentido común.
Como alcaldesa y persona involucrada en lo social durante toda mi vida, mi alma me pide reivindicar, con toda la energía de la que soy capaz, que el sentido común y la cordura vuelvan a esta sociedad que tantos esfuerzos y compromisos ha costado para llegar hasta aquí y que está peligrosísimamente caminando hacia una deriva que mirando a jóvenes y niños me hace temblar y ser invadida por el pánico.
Tener que recibir mensajes catastrofistas e insultantes permanentemente, hace que a mi memoria vengan imágenes y recuerdos que al mirarme en el espejo me hacen estremecerme.
La oleada nazista, intolerante, radical y totalmente carente de pensamiento organizado y racional, hace que se tambaleen los pilares que hasta ahora pensábamos sólidos de la democracia.
No sé si nosotros y nuestros jóvenes valoramos la importancia de votar el domingo y, sobre todo, del futuro que nos puede esperar si optamos por seguir el juego de la oleada trumpista.
Desde estas montañas clamamos por la importancia que tienen nuestros actos y la necesidad de valorarlos yendo al fondo de las cuestiones que importan.
Leer y profundizar en las reflexiones de Julio Llamazares: ‘‘Uno reconoce sin esfuerzo los discursos de sus predecesores en la época de entre guerras o de los años de la república’’, de otros pensadores y de gente pegada a la tierra, nos deben hacer reflexionar sobre lo que ha costado construir lo que hasta hace poco teníamos.
Como él muy bien apunta (la idea funcional de Europa se ha ido contaminando poco a poco…) nos hemos ido contaminando dejando de lado lo que significa el apoyo mutuo y la solidaridad entre países y pueblos.
Si no paramos esta barbarie, las generaciones venideras van a tener muy complicado sobrevivir y poder avanzar, pelear y trabajar por lo que realmente importa.
La solidaridad, el respeto por las ideas del otro, el razonamiento y la necesidad de llegar a acuerdos son las únicas armas que pueden conducirnos a la salvación y a la sanación de esta sociedad que estamos abonando para la destrucción.
Conciénciate y no mires a otro lado pensando que tu voto no importa.
Haz uso de tu libertad y responsabilidad y no tires por la borda el trabajo y el esfuerzo que tanto ha costado construir a tantas generaciones.
Mari Carmen Mallo Álvarez es alcaldesa de Murias de Paredes (León)