El negro pasar del fuego se hace llamar futuro

Nace esta opinión a propósito de la carta que Aleco dirigió al presidente del Gobierno. Quien, en corta estancia, estuvo en Villablino, donde vino a ver los humos… de los fuegos que nos abrasaban y ahogaban. Y bien publicadas fueron ambas cosas. La carta, para mí motivadora, pero corta, ya diré el porqué.

Villablino, capital de la Comarca de Laciana, una antigua cuenca minera productora del negro carbón, hoy inactiva según directivas europeas, dada la peligrosidad de éste para el Medio Ambiente, y en letra no mayor, para el calentamiento global.

Montañas y valles, montes autóctonos, con bocaminas y horadadas entrañas, pero vivos, hoy peligran, el fuego siempre se ha mostrado amenazante. He ahí un gran enemigo duramente abatible. La naturaleza, sin duda, juega su papel.

Conocí Villablino y parte de la cuenca minera, cuando la MSP (Minero Siderúrgica de Ponferrada), era una gran industria extractiva y más, con amplias nóminas de trabajadores. Entonces la empresa era 'Entidad Colaboradora de la Seguridad Social', al uso. Desde esa vertiente y la de accidentes del trabajo, empecé a vivirla avanzados los años cincuenta de la pasada centuria. Corta estancia apenas un puñado de años, que los ojos animosos de la juventud parecían empeñarse en ver lo bueno.

Pronto de regreso a Legio, con no demasiados recuerdos, según me parecía entonces. Pero tirando de disco duro hoy, el enfoque y la visión parece muy otra, aunque de sencilla entraña, no quiero engañar a nadie. Pues bien, en este pasaje legionense, me gustaba leer la crónicas que en Diario de León, publicaba Pedro Álvarez Collar, me hacían recordar y sobre todo comprender lo que en momento juvenil pasé por alto. Luego, años después, nos encontraríamos codo con codo en UPL… pero ésa es otra historia.

Crónicas Pésicas, las titulaba como defensor de Laciana, luego peleador leonesista ante el ente autonómico. Yo, también, llegada que fue la etapa preautonómica y el calvario siguiente de amasijo castellanoleonés, me implicaría de forma personal, a mi medida, en seguimiento primero y luego, en avatares autonómicos ya, en defensa de la nuestro, lo leonés, lo identitario, amenazado por un ente que no deseábamos.

Un ente vencedor, a la vista está, al igual que el centralismo vallisoletano, con ansias inmensas de control de todo lo leonés, donde impotentes caminamos y caminamos, sin solvente personalidad leonesa, pues tratando están de embozárnosla. Ente que hoy tiene a su cargo nuestros montes, según ley promulgada. Mal cuidados, no en balde está en tal menester la consejería de Medio Ambiente, cuyo titular no citaré, al mejor estilo Rajoy, para no tildar mi escribir sobre ello, de manía persecutoria de quien la encabeza.

El presidente del Gobierno en Laciana

En helicóptero, a Caboalles de Abajo, llegó el presidente del gobierno, de ahí en coche viajaría al puesto de mando avanzado (PMA) de Orallo, entonces uno de los grandes fuegos estaba avanzando hacia Sosas de Laciana, pueblo natal de Pedro el cronista oficial que he citado. Es curioso cómo los propios recuerdos, pequeñas cosas y noticias se van concatenando, aún sin pretenderlo. Lo compruebo también al tomar lo que señala el alcalde de Villablino, Mario Rivas, señalando como muy afectados los sectores, ganadero, patrimonial, medioambiental y turístico. Quien, por cierto, no sé qué entronque familiar, o simple coincidencia, pueda tener con un personaje de entonces a quien conocí y llamaban Manolito y de apellido Rivas. En cualquier caso, perdone el aquí nombrado, ante una divagante sencillez de recuerdos nada más.

Esos efectos dañinos que cita el alcalde, globales o por sectores, lamentablemente los tendremos que multiplicar por veinte o más malditos focos de fuego, si es que queremos hacernos cargo de la realidad para mostrarles a los políticos con hechos y votos que estamos alerta de sus movimientos, tanto a los de acá como los de allá. Hay que restaurar con mesura y con orden, sin privilegiar zonas. ¡Y pronto!

La carta de Aleco

Veamos el anunciado comentario sobre la carta de Aleco. Oportuna. Bien el recuerdo para los agentes forestales, bomberos, etc. que la Junta mal paga, y en corto número, para un redoblado esfuerzo (el error humano por el cansancio es otro factor a tener en cuenta). Señalando la falta de cuidado de nuestros bosques autóctonos. Y hace un ofrecimiento, que supongo será el sentir de sus asociados, y dice: “estar listos para colaborar”. Perfecto. Es de agradecer, lo que no sé muy bien es cómo van a hacer partícipe, con algo más que buenos deseos, a la ampla variedad de afectados.

Nuestro administrador político, el ente autonómico, tiene competencias de las que no puede escabullirse, pero empieza por enmascararlas alzando la voz descargando sobre el gobierno central. Que no nos metan en el laberinto de “unos por otros la casa sin barrer”, con o sin intercambio a mayores de insultos que a nada conducen.

Esto último lo deja reseñado Aleco en su carta. Y, puestos a ello por qué no empezar exigiendo al ente autonómico que cumpla, y sin cicatería, en el paliado de los daños en función de competencias, y que lo hagan de forma equilibrada y procedente. ¡Nada de espantás! Hay que estar vigilantes. Entiendo que deberíamos empezar haciendo notar a 'nuestros' políticos –¡Exigirles, diría mejor!– que se apeen de colaboracionismo, ése que nos ha estado llevando a la decadencia socioeconómica.Y se pongan, sin cortapisas al lado de los leoneses esquilmados, a los que hoy se les une lo catastrófico derivado de los fuegos.

¿Acaso –y perdonen en Aleco por inquirirlo públicamente– no estiman que el declive leonés proviene de los 'nuestros' junto a un mal proceder autonomista? ¿A qué esperamos para movernos y salir del engendro?