Recientemente ha tenido lugar en Santiago de Compostela una reunión de los presidentes de las Comunidades de Asturias, Castilla y León, y Galicia en la que han abordado la situación de una parte del Corredor Atlántico. En sus planteamientos previos el presidente gallego Alfonso Rueda declaró que “ahora mismo se están diseñando las grandes redes europeas de transporte y hay que ser ecuánimes,… y el equilibrio territorial pasa por que las infraestructuras se desarrollen en TODO el territorio nacional, no en unos lugares a costa de otros”.
El propio título de esas Jornadas Corredor Atlántico del Noroeste, denota ya la situación de atrofia que sufre la Península Ibérica, ya que ignora todo el resto de este importante eje de comunicaciones. Un corredor, que ya en los siglos XVI al XVIII, representó la mayor parte de los intercambios comerciales de Europa con el resto del mundo. Desgraciadamente para la Península ibérica fue perdiendo esa posición de puerta de Europa, en beneficio del mayor dinamismo centroeuropeo.
Han sido siglos de aislamiento de estos territorios, de emigraciones hacia otras partes del mundo y regiones de España, en una palabra, de atrofia física y mental de sus pobladores.
Europa necesita propuestas que supongan cambios estructurales en las zonas que se han ido quedando despobladas y sin pulso económico, pero también necesita recuperar posiciones en la esfera internacional de los intercambios comerciales que ha ido perdiendo en manos de Estados Unidos y China. Para ambos retos, le resulta imprescindible el Oeste de la Península Ibérica, y volver a ser la puerta de comunicación con las zonas del mundo que están llamadas a protagonizar el crecimiento futuro, como son África y todo Centro y Suramérica. Este renovado papel solamente será una realidad si las distintas Comunidades españolas y Portugal aprenden a trabajar conjuntamente, y plantean a la Comunidad Europea proyectos realmente ambiciosos y bien elaborados. Por todo eso, habría que dejar de pensar en Noroeste o Suroeste y proponer soluciones globales al reto de conseguir un flujo dinámico y medioambientalmente sostenible, que facilite el tránsito de las mercancías entre los puertos de todo el Atlántico y Europa.
¿Por que, en lugar de reunirse los presidentes de las tres comunidades del norte para plantear sus reivindicaciones locales a la Comisión Europea y al Gobierno de España, no lo hacen los representantes de todo el Oeste de la Península, (incluyendo, obviamente, a Portugal), para que, aprovechando el importante estudio que están elaborando los Consejos Económicos y Sociales de las cinco Comunidades, plantear un Proyecto serio a medio y largo plazo del desarrollo completo de este importantísimo Corredor?
Hay trenes que solamente pasan una vez cada varias generaciones, y la oportunidad de dar el impulso totalmente necesario para vertebrar realmente el Corredor Atlántico en la Península Ibérica es ahora, como bien decía el Presidente de Galicia. El plazo es muy corto, porque se va a fijar el mapa de la Red Europea de Transporte (TEN-T) para los próximos 5 años, y con ella los proyectos prioritarios a financiar. En su reciente visita a las autoridades europeas, el presidente de Extremadura ha podido comprobar de primera mano la importancia que Europa da a una integración completa del Corredor Atlántico en la Península, y solo espera que el Gobierno español le plantee las oportunas peticiones.
Imprescindible reapertura
Un movimiento transversal iniciado por la Sociedad Civil, y que han hecho suyos las Cámaras de Comercio de todo el Oeste, ha puesto sobre la mesa la imprescindible reapertura del eje ferroviario de la Ruta de la Plata para la vertebración del Corredor Atlántico. Este importante Eje se encuentra actualmente interrumpido en el tramo de 120 kilómetros entre Plasencia y Salamanca, la reapertura urgente del mismo sería el fusible que haría posible la comunicación del Noroeste con el Suroeste, haciendo factible la interconexión de los puertos del sur (Algeciras, Sevilla y Huelva), con los del norte (Coruña y Gijón), y facilitar una malla que diera salidas de puertos tan importantes como el de Sines, Lisboa, Setúbal Aveiro y Leixoes.
Los planteamientos no pueden posponerse, si el Gobierno de España no reacciona, por que parece mas interesado en contentar a otras Regiones, tendrán que ser los Gobiernos Autonómicos de las Comunidades del Oeste, quienes deben plantear propuestas para que se incluya; el Eje de la Ruta de la Plata en la Red Básica Ampliada, dándole al tramo Plasencia-Salamanca la máxima prioridad dentro de la Red Básica, o con los mecanismos de financiación urgente que hagan posible su rápida ejecución.
Para evaluar y compartir todas las estrategias a seguir, a mediados de marzo, la Cámara de Comercio de Salamanca está organizando las Segundas Jornadas sobre la Logística y las Comunicaciones del Oeste de la Península. Esta debe ser una buena oportunidad para que los responsables de las distintas Comunidades del Oeste se reúnan y confirmen ese camino en común que saque al Corredor Atlántico de su atrofia.