Las V Jornadas de Geología del Aula Geológica de Robles de Laciana reunirán desde el próximo martes en Villablino a casi un centenar de participantes, entusiastas de la ciencia de la geología, los cuales en poco más de una hora desde la apertura del plazo de inscripción completaron el cupo para las sesenta plazas disponibles.
Los organizadores se han visto sorprendidos por la gran aceptación que el programa de las jornadas, confirma José Francisco Fernández Gatón, uno de los gestores junto con Policarpo Fernández de Aula Geológica de Robles de Laciana, promotora del evento.
La disponibilidad de plazas, limitadas inicialmente a 60, está fijada en función de mantener un adecuado control de las salidas de campo, “que muy numerosas, se convierten en una práctica muy difícil de controlar, embarullada y que incluso puede ser arriesgada”. Y también de la capacidad de los establecimientos hosteleros para las comidas programadas con los participantes en las jornadas. No obstante, y ante esa rapidez en la avalancha de inscripciones, han asumido incluir en las jornadas a otros diez participantes a mayores, llegando hasta los 70 inscritos.
Además, hay una oferta especial para las personas que solo quieran asistir a las conferencias de la mañana del primer día, en el Auditorio de la Casa de la Cultura de Villablino, con aforo suficiente para acoger más asistentes, a la que se han apuntado otros 15 participantes. Con estas premisas del interés despertado, las conferencias que en las primeras ediciones se celebraban bajo una carpa en la localidad de Robles de Laciana, donde tiene su ubicación el Aula Geológica, han tenido que trasladarse a Villablino por simples cuestiones de adecuación, capacidad, comodidad y calidad técnica del espacio disponible.
Jornada teórica
El martes 4 de julio a las diez de la mañana, después de la recepción de los participantes, se inicia el día dedicado a las actividades más teóricas, que va a desarrollar hasta el mediodía cuatro conferencias. Con descansos y al finalizar las mismas, el acto oficial de la inauguración. Por la tarde un taller de iniciación y aprendizaje al bateo de oro, impartido por Roberto Matías Rodríguez.
Las charlas versarán sobre diferentes asuntos en torno al área geológica occidental de la Cordillera Cantábrica. Rubén Rubio Díez, arqueólogo de la Junta de Castilla y León, y Darío Fidalgo Casares, biólogo y doctorando de Paleobiología en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, detallarán los trabajos y la investigación realizada sobre el hallazgo de restos humanos en la cueva de La Ensancha, en la localidad lacieniega de Lumajo.
La conservadora del del Museo Geominero del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), Silvia Menéndez hablará sobre “las biocostrucciones de la Cordillera Cantábrica”. Sobre “La minería aurífera romana en Laciana” dará cuenta de sus trabajos e investigaciones el ingeniero de minas e investigador sobre la minería aurífera romana, Roberto Matías Rodríguez.
El fin a las conferencias de la mañana estará a cargo John A. Knight, colaborador honorífico del Centro Paleobotánico del Jardín Botánico de Córdoba (JBC) que en la actualidad en colaboración con otros científicos del JBC trabaja en el estudio de las floras fósiles de las cuencas estefanienses de la Cordillera Cantábrica. Que hablará sobre “las cenizas volcánicas del carbonífero superior y su uso para correlación y datación”.
Jornadas prácticas
Miércoles, jueves y viernes están dedicados a tres salidas de campo, una en las proximidades de la localidad babiana de la Vega de Viejos, otra en la los alrededores de Villabandín, en el municipio de Murias de Paredes, en la comarca de Omaña, y una tercera en los montes de los pueblos de Orallo y Caboalles de Abajo, en el propio municipio de Villablino.
El miércoles la salida más lejana de las jornadas hasta Villabandín, a 25 kilómetros de Villablino, para ascender desde el pueblo hasta el denominado Collado de Villabandín, con el fin de entender y ver sobre el terreno “un recorrido por el precámbrico del borde septentrional del antiforme del Narcea”. La ruta estará guiada por seis técnicos: José Toyos, geólogo, Luis González y Rodrigo Castaño miembros del IGME, y los investigadores del JBC Carmen Alvarez, Juan I Peláez y John A. Knight.
El jueves la más cercana a los montes de Orallo y Caboalles de Abajo para entender “los movimientos de ladera reactivados por las actividades mineras de Fonfría y El Feixolín”. Las dos viejas explotaciones a cielo abierto de MSP, también con explotaciones subterráneas en su subsuelo. Guiada por Angela Suárez y Augusto Rodríguez miembros del IGME, organismo al que la Junta de Castilla y León contrató para que estudiasen y controlasen esos deslizamientos y sus riesgos.
Y la tercera y última salida a Vega de Viejos, a 14 kilómetros de Villablino para contemplar lo que han definido como “autobiografía de un paisaje: las lagunas de La Mata” situadas sobre una elevación a poco más de un kilómetro al oeste del pueblo que un informe de E. Fernández Martínez e I. Fuertes Gutiérrez las definen y ubican así: “Se localizan a una cota de 1.500 metros sobre un relieve que es en realidad un sinclinal, en torno a cuyo eje orientado de NO a SE y en su parte culminante, se asientan media docena de lagunas en avanzado estado de entarquinamiento. El origen de estas lagunas es el cierre del paso a las aguas de escorrentía mediante pequeñas morrenas laterales”. “Se trata de un enclave con un sobresaliente interés paleo-climático y en el que se han realizado recientemente análisis polínicos y de sedimentos. Las dataciones realizadas en los sedimentos de estas lagunas le asignan una edad de 32.000 años B.P (antes del presente), lo que hace pensar en una fase de máximo glaciar más antigua de lo que habitualmente se consideraba para la Cordillera Cantábrica”, resumen.
Al regreso de la excursión la comida de clausura y despedida, y la posterior entrega de certificaciones y acreditaciones de asistencia pondrán fin a estas jornadas hasta la próxima edición del año 2024.