“...El valle que se extendía bajo sus ojos era impresionante, verde y púrpura a partes iguales. Los verdes, del más claro y luminoso, al más oscuro, se sobreponían unos sobre otros. El púrpura de los brezos y las plantas de cantueso daban un toque vibrante al paisaje...”
(Paula Revellado, 'Peregrino')
Charlar con Paula Revellado es todo un placer, además de una escuela de aprendizaje, porque, aparte de sus dotes como narradora y contadora, conoce los entresijos de la condición humana. Se nota que ha realizado muchos ejercicios introspectivos. Y ha practicado el Reiki, el Tarot, el Quiromasaje, entre otros.
Se define como una trabajadora de la piedra interior, o mejor dicho, una trabajadora espiritual. Es una alquimista, tal vez una vidente, capaz de adentrarse en la mente humana y descifrar los códigos secretos.
Descubrí a Paula a través de la televisión, porque presentaba un libro, cuyo título es 'Peregrino', una novela que se me antoja reveladora. Se trata, en su opinión, de un volumen fácil de leer.
“Tanto si has hecho el Camino de Santiago, como si no, sentirás que lo estás haciendo de la mano de los protagonistas, André y Helena”, puntualiza, porque a ella no le gustan las novelas pesadas y farragosas. Y está convencida de que la historia que nos cuenta en su obra fluye de forma natural, sencilla y profunda a la vez, tal como ocurre cuando haces el Camino.
Escribir de modo natural, sencillo y profundo a la vez es la aspiración de tantos escritores, de tantas escritoras. Y Paula Revellado nos cuenta una historia que atrapa desde el inicio: “... Bueno, André, no sé qué decirte. Te quiero, sí, te tengo cariño, pero claro, no sé, eso ya no es suficiente. Necesito enamorarme de nuevo, y creo, bueno, sé que contigo ya no me sería posible. Nos conocemos demasiado y no hay nada que pueda hacer que me enamoré de ti...”.
'Peregrino' es un recorrido a lo largo del Camino de Santiago (también a su paso por León, por El Bierzo), en la que su autora, que también figura en el mismo como personaje -tanto ella como su hija Julia-, nos muestra sus experiencias como peregrina y aun otras muchas, que ha recogido tal y como le han contado diversos peregrinos, pero esta novela es mucho más que un viaje por varios lugares. En realidad, es un viaje al interior de uno mismo, un viaje espiritual.
“El Camino es como la vida”, escribe ella. “El camino que recorremos, no me refiero sólo al Camino de Santiago, sino al camino de la vida, nos hace enfrentarnos a los elementos Tierra, agua, aire y fuego”, añade.
“Nacemos del agua y vivimos en la tierra. Nuestro pensamiento es aire y nuestra voluntad es fuego. Nuestro amor es agua, tierra, aire y fuego”, agrega ella, que emprendió el Camino de Santiago en el año de 2003. Y, a su paso por el Bierzo, se quedó enamorada de esta comarca, que, a su juicio, tanto se parece a Granada en cuanto a energía se refiere.
Ella venía de la ciudad de la Alhambra y decidió quedarse a vivir en el Bierzo, que es “un vientre cósmico”, una hoya mágica. A uno también le gusta hablar del útero de Gistredo. En cualquier caso, ella cree (y así lo escribe en su libro) que el Teleno es un monte sagrado para los astures y su energía es masculina. Por su parte, la Guiana es otro monte sagrado, si bien es femenino.
Aunque no tengo raíces bercianas, esta zona me enamoró al pasar por aquí y por eso me quedé. Para mí, es mi hogar. Después de más de 17 años, sigo enamorada del verdor y la exuberancia de estas tierras. Vivo en pleno Camino de Santiago, en el juego de la Oca, rodeada de historia, de leyendas, de arquitectura y de naturaleza.
El Bierzo, vientre cósmico
“Aunque no tengo raíces bercianas, esta zona me enamoró al pasar por aquí y por eso me quedé. Para mí, es mi hogar. Después de más de 17 años, sigo enamorada del verdor y la exuberancia de estas tierras. Vivo en pleno Camino de Santiago, en el juego de la Oca, rodeada de historia, de leyendas, de arquitectura y de naturaleza. Creo que mi forma de contar las cosas es fluida porque vivo en una tierra que es energía en movimiento”, se expresa Paula, que siempre quiso escribir de forma creativa hasta que su hija la animó a escribir. Y así surgió la idea de 'Peregrino', que para ella fue un regalo que le hizo el universo. Y en este sentido cree que tenemos que intentar hacer aquello que nos hace felices.
“En ocasiones no será posible, pero creo que hemos venido precisamente a eso, a ser felices. Como decía Mario Benedetti: uno no siempre hace lo que quiere, pero tiene el derecho de no hacer lo que no quiere”, comenta Paula, que es una apasionada de las novelas de aventuras que incluyen viajes, como las de Vázquez Figueroa, al cual adoraba, según ella, cuando era adolescente.
“La vida da tantas vueltas, que al final yo también he escrito un libro de aventuras con viaje incluido”, precisa esta entusiasta de Franco Battiato y su música, de su misticismo, de l'ombradella luce: “...Devuélveme a las zonas más altas/ A uno de tus reinos de calma/ Es tiempo de escapar de este ciclo de vida/ Y no me dejes nunca más/ No me dejes nunca más...”.
Es tiempo de escapar de este ciclo de vida, de esta pandemia, que está acarreando tan nefastas consecuencias, que, según Paula, nos está despojando de nuestras máscaras, esas que todos tenemos. Unos más que otros, por supuesto. De modo que esta crisis ha hecho aflorar, en su opinión, el desequilibrio mental que permanecía más o menos oculto. Y nos muestra como lo que somos realmente. “Quien ya era un paranoico ahora se acrecentará aún más su patología”. Y así en este plan.
No obstante, asegura que en el ámbito cultural la gente por lo general ha tenido más tiempo para leer y reflexionar, tanto para bien como para mal.
En la actualidad, está escribiendo otra novela que se titula 'Bruja', que cuenta la historia de dos mujeres, a saber, Mila, nacida en el Madrid de los años cincuenta, y Eva, nacida en la Barcelona del presente.
“Cada capítulo va narrando la vida y peripecias de las dos protagonistas que viven en el mismo país, pero en momentos muy diferentes de la historia de España”, matiza esta creadora, Graduada en Artes Aplicadas y Oficios Artísticos por la Escuela de la Palma de Madrid (de donde es originaria), convencida de que los escritores y escritoras del Bierzo están muy involucrados con su historia y su alma colectiva, lo que, a su entender es bueno, porque no sólo narran hechos sobre el pasado, sino que también se vuelcan en el futuro de su tierra.
En ocasiones no será posible, pero creo que hemos venido precisamente a eso, a ser felices. Como decía Mario Benedetti: uno no siempre hace lo que quiere, pero tiene el derecho de no hacer lo que no quiere
“Hay muchas emociones en juego en estas tierras y se dejan ver a través de las páginas”, concluye.
Entrevista breve a Paula Revellado
“Creo que cada uno se busca su propio salvavidas para saltar en caso de hundimiento”
¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?
'El Iniciado', 'El Proscrito' y 'El Orden y el Caos', una trilogía de Louise Cooper.
Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida).
Cantinflas.
Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).
Uf... No sé por qué me gustaba Marguerite Duras, porque era insoportable.
Un rasgo que defina tu personalidad.
Soy alegre y tengo la memoria justa para no acordarme de todo.
¿Qué cualidad prefieres en una persona?
La educación.
¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?
¡Vaya...! Son un 'Sálvame' que nos cuesta carísimo a todos los niveles.
La sociedad: creo que cada uno se busca su propio salvavidas para saltar en caso de hundimiento.
¿Qué es lo que más te divierte en la vida?
Observarme y observar.
¿Por qué escribes?
Porque lo necesito y me encanta.
¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?
Pues no sé qué es ejercitar mi estilo literario, pero sea lo que sea, no creo que sirvan para eso.
¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?
Todas y ninguna. Tenemos un fantástico Internet lleno de información útil, si la quieres o la sabes buscar.
¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?
No.
Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.
Hay unos versos de Machado que dicen:
“Converso con el hombre que siempre va conmigo
—quien habla solo espera hablar a Dios un día—;
mi soliloquio es plática con ese buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía“.