El ansia generalizada de los habitantes de la capital leonesa por ver caer nieve de una vez por todas en la ciudad tuvo un amago de verse satisfecha esta tarde de sábado cuando, en torno a las cuatro de la tarde, comenzó a caer una farraspa de nieve, difícil de diferenciar de pequeños granizos, que fueron bastante visibles por momentos en algunos puntos de la ciudad y de localidades aledañas, pero que estuvo muy lejos de cuajar y dejar siquiera un mínimo paisaje blanco.
Pero se quedó finalmente en eso, un amago, que además pudo comprobar poca gente ya que muy pocos viandantes se encontraban al aire libre en esta hora en la que la precipitación más se pudo comprobar en intensidad.
La previsión meteorológica, al menos la oficial de Aemet, no prevé precipitación de nieve alguna más en la capital leonesa a lo largo de la jornada de hoy, ni siquiera por la noche, y tampoco mañana domingo, a pesar de que la cota de nieve sigue estableciéndose entre 600 y 400 metros en diferentes momentos en puntos de la provincia de León. A priori, parece que el propio frío intenso aleja la posibilidad de una buena nevada, aunque no resulta fácil acertar.