La patronal muestra su preocupación por la pérdida de autónomos

Ical

La Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (Cecale) y su Federación de Autónomos (Feacyl) constataron hoy que enero es un mes tradicionalmente negativo para el empleo, especialmente, por el fin de la campaña de Navidad, pero la tasa interanual de paro refleja un leve descenso. Este último dato viene a poner de relieve “cierta mejoría en el mercado laboral, pero aún está lejos de ser considerado positivo, toda vez que los datos de afiliación a la Seguridad Social continúan en descenso”. Igualmente, preocupa a ambas organizaciones la “alarmante pérdida” de empresarios autónomos (1.067) en la Comunidad, pues retrasa el inicio de la recuperación.

En opinión de los empresarios y autónomos de Castilla y León, una mayor profundización en la reforma del mercado de trabajo, unido a medidas para estimular la actividad económica “deben ser objetivos prioritarios tanto del Gobierno de la Nación como de la Junta de Castilla y León, y hacia tal objetivo han de dirigirse todas las actuaciones económicas y sociales que se adopten”, señala un comunicado.

Por ello, confían en que las medidas contempladas en el recién Plan de Estímulos para el Crecimiento y el Empleo, y con el nuevo marco de actuación definido que delimita la Reforma del Servicio Público de Empleo (ECYL), ambos acuerdos firmados en el marco del Consejo del Diálogo Social, “se ayude a la creación de puestos de trabajo”.

De esta forma, entienden que el impulso previsto a la intensificación de la colaboración público-privada, “servirá especialmente para dotar de mayor eficiencia a la necesaria casación de la oferta y la demanda laboral, y así mejorar la empleabilidad y el ratio de ocupación”. Del mismo modo, creen que una mayor flexibilidad laboral “permitirá introducir más agilidad a los necesarios ajustes que requieren los mercados”.

Igualmente, de cara a la reforma fiscal, Cecale y Feacyl esperan que el Gobierno aproveche la oportunidad que se abre para “superar las deficiencias del actual modelo, así como que se reduzca la presión fiscal, que está asfixiando a los empresarios”. Consideran que las medidas fiscales que se adopten “deben huir de objetivos a corto plazo focalizados en las medidas recaudatorias urgentes, y que desvirtúan la planificación tributaria de las empresas”. Asimismo, manifiestan que se debería adelantar a este ejercicio, la implantación de los recortes impositivos recientemente anunciados para 2015.