La Champions y el Ademar son para soñar
La mejor versión del Reale Ademar de esta temporada siempre llega en los partidos de Champions League. Si bien en esta ocasión el partido será contra el líder de la Bundesliga, el THW Kiel, equipo que además comanda el grupo de los leoneses con dos puntos de ventaja sobre los de Isidoro Martínez y uno sobre el AG Kobenhavn danés que visitará al Montpellier Agglomeration HB.
El Reale Ademar necesita cosechar un buen resultado para poder optar a la segunda plaza o incluso el liderato del grupo D. De conseguir la 'machada' y derrotar en su propio pabellón a los alemanes las opciones de acabar la fase de grupos como segundos estarían al alcance de la mano y la primera plaza sería factible; pues la última jornada deparará un interesantísimo AG Kobenhavn - THW Kiel. En caso de empate habría que esperar que los daneses pincharan en Francia, contra un equipo que prácticamente no se juega nada, para tener opciones importantes. Pero si el AG Kobenhavn gana en la pista del Montpellier las posibilidades leonesas se verían muy mermadas, hiciera lo que hiciera en Alemania. Lo bueno es que el Reale Ademar saltará a la cancha sabiendo el resultado del partido de Francia, pues se juega a las 17.00 horas.
El encuentro llega después del empate en Pamplona contra el Anaitasuna. Partido en el que las múltiples bajas y un inicio calamitoso fue un lastre que los de Isidoro Martínez no pudieron superar. Tan solo Carlos Ruesga, que ya contra el Montpellier francés hace una semana rayó a gran nivel, fue de los destacados. Precisamente el central asturiano fue el héroe del partido que el Reale Ademar y el THW Kiel disputaron en el Palacio de los Deportes el pasado 22 de octubre; al trasformar de manera magistral una falta con el reloj a cero, una acción que permanecerá durante muchos en la memoria de muchos aficionados.
A pesar de la tremenda ilusión con la que el equipo ademarista viaja a Alemania, la lógica presagia un partido muy complicado frente un más que probable equipo de Final Four en uno de los pabellones más complicados del continente. Una gesta solo al alcance de unos pocos. ¿Será el Reale Ademar uno de esos?
