Un grupo de 16 voluntarios de Promonumenta, la asociación de amigos del patrimonio cultural de León, junto a responsables de la junta vecinal de la localidad ponferradina de Valdefrancos llevaron a cabo este fin de semana el acondicionamiento y desbroce del entorno de las tres antiguas minas de hierro hoy abandonadas existentes en la zona conocida como el valle de Rioseco. Es la cuarta hacendera que el colectivo impulsa en el área del valle del Oza, corazón de la Tebaida berciana.
Al respecto, los trabajos se centraron en el camino que da acceso a las tres antiguas minas, cuya existencia es prácticamente ignorada. En ese sentido, los responsables de Promonumenta recordaron que la antigüedad de las galerías es desconocida incluso para los más veteranos del lugar, que ni siquiera recuerdan haber recibido legado oral alguno de sus antepasados. Cabe recordar que el florecimiento de las ferrerías, antiguas fábricas de forjado de hierro, tuvo lugar en la comarca del Bierzo durante los siglos XVIII y XIX.
Tras desbrozar el camino, el trabajo de los voluntarios se centró en las ruinas de construcciones, posiblemente viviendas o refugios de mineros, que existen en las inmediaciones de la mina principal. Allí, el equipo de voluntarios trabajó para liberar las antiguas edificaciones de la maleza.
En cuanto a la mina principal, los responsables d ella hacendera mostraron su sorpresa por el “buen estado de conservación de las galerías”. En esa línea, los representantes de Promonumenta celebraron que todavía se puedan realizar estudios sobre los métodos de explotación de la mina, consistentes en la excavación de un profundo y ancho pozo de boca cuadrangular del que, a distintos niveles, parten galerías laterales. La existencia de agua en el entorno impidió a los voluntarios determinar la profundidad exacta de esta boca.