Las tiendas de música que la era digital extinguió en León

Diego Sobrecueva Martínez

En León, al igual que muchas otras ciudades españolas, han ido desapareciendo las tiendas de música conforme aparecían los nuevos formatos, el top manta y la piratería en internet. A día de hoy, desde el cierre este año de la histórica Maci 3 en el Barrio Húmedo ya no quedan tiendas de discos especializadas. Resisten pequeñas secciones en tiendas dedicadas a otros productos, como Elektra comics, la librería café Sputnik o el Bar Restaurante Santo Martino. Pero las tiendas de música como antaño se conocían ya se han extinguido.

El cierre de la histórica tienda de discos Maci 3, situada en la calle Azabachería, dejó huérfanos a los leoneses, que durante casi 40 años habían acudido a este establecimiento regentado por Álvaro Macías. Los hermanos Macías comenzaron a vender cassetes en las ferias de los pueblos allá por 1975 y con el tiempo compraron un almacén y de allí pasaron a tener una tienda en la ciudad. Cosecharon tanto éxito que crearon la franquicia Maci Rock, que llegó a acumular más de un centenar de tiendas por toda España, de las que hoy solo queda el recuerdo.

Atrás quedó la época en la que tiendas como Distridiscos, Xidas, Tito Casettes, Liverpool, Discorratón o la propia Maci 3 eran centros de la cultura musical. Como explica Alejandro Cartujo, histórico batería del grupo leonés 'Fundición Odessa' y ahora de 'Cosmética', “algunos dependientes eran auténticos expertos en la música que vendían, como en la librería los libreros, había disqueros”. Parte de culpa de esto la tenía el hecho de que algunos dependientes como Alejandro o Luis Miguel, bajista de Fundición Odessa, eran músicos interesados por conocer y experimentar la música que llegaba y lo reflejaban en su trabajo.

La exclusividad jugaba a su favor, en esa época los discos venían de importación y no todas las tiendas podían mantener una amplia oferta, lo que obligaba a su especialización. Para Discorratón, regentada por Alejandro y Luis Miguel Díez, la llegada del Corte Inglés supuso el principio del fin. La primera gran superficie que hubo en León podía permitirse bajar los precios y esto ahogaba a los pequeños comercios. Aguantaron hasta mediados de los 90, llegando a vender sus colecciones personales, que como Alejandro recuerda “hoy en día serían auténticas joyas”.

Elektra comics, librería café Sputnik y el Bar Restaurante Santo Martino quedan como últimos puntos de venta de discos.

Los discos de la resistencia

Pero no todo está perdido, aún quedan pequeños reductos en algunas tiendas de la capital. Es el caso de la tienda de comics Elektra, que guarda un lateral del establecimiento para la venta de música. Elektra comics es uno de estos últimos reductos de cultura, no es una tienda de discos al uso, como su nombre indica, su actividad principal es la venta de comics. Pero mantiene la zona de música con una selección personal de su dueña, Alicia García Melón.

Los clientes que acuden a comprar en su selección, de folk, rock, rim band blueso jazz, son de lo más variado “el otro día entró un niño de 6 años buscando discos de los Rolling Stones”. Lo que mantiene el negocio son lo discos de vinilo “se está volviendo a coger cariño a los vinilos, el la época de los CD's mucha gente se deshizo de sus vinilos y sus tocadiscos y ahora se arrepienten”. En lo que coincide con el batería leonés es en la ventaja del sonido de estos clásicos sobre la música digital. Para la propietaria de Elektra el formato de vinilo es muy importante, “cuando te descargas música por internet no considero que tengas la música, es como los libros, lo puedes tener en el ebook pero si no lo tienes en papel parece que no es tuyo”.

Para mantenerse también ha recurrido a un evento de talla mundial, el Record Store Day. Este evento consiste en la celebración de un día de las tiendas de discos celebrado un sábado de abril. Ese día hay un apoyo a las tiendas de discos mediante actuaciones que algunos músicos hacen de forma gratuita y la emisión especial de discos que sacan las discográficas y que ese día se venden de forma exclusiva en las tiendas asociadas. Gracias a ello “viene gente buscándonos y me escriben de muchas partes del mundo, cuando la gente entra, ve lo bonito de rebuscar y poder escuchar la música, cambian su manera de pensar”. La diferencia fundamental para Alicia es el cariño “en una gran superficie les da igual venderte un disco de Iggy Pop o una estufa”.

Además de Elektra también hay otros comercios que, en menor medida, venden discos de vinilo es el caso de la librería café Sputnik, que posee un rincón con vinilos a la venta entre sus libros, y del Bar Restaurante Santo Martino, que también oferta de forma testimonial algunos de estos discos. Otra opción son las Ferias del Disco intinerantes que se celebran de forma esporádica en la ciudad.

En un momento en el que los discos de vinilo se han vuelto a popularizar y se siguen vendiendo, cada vez cuesta más encontrar un lugar donde comprarlos fuera de las grandes superfiecies e internet. Las tiendas de música se han ido de León, ¿para no volver?.