Juan Carlos Suñén: “Es mejor tener un buen editor que un buen premio”

Manuel Cuenya

Aunque nacido y criado en Madrid, Juan Carlos Suñén es ahora (y desde hace tiempo) un poeta berciano, un autor de referencia en la poesía actual española, que eligió la población de Magaz de Abajo para vivir, para su retiro, digamos espiritual, porque realmente lo necesitaba, aclara él, y además le permite estar solo pero no abandonado, lejos pero no ausente. “Ha sido, por decirlo así, la casa de mi casa”.

La poesía define sin ser definible y hace las reglas, no las sigue, por eso es tan fácil de imitar y tan difícil de hacer.

En el Bierzo ha encontrado “recogimiento feraz, calma en ebullición, y sobre todo belleza, una belleza que se percibe espiritualmente”. Cree –aunque no se defina como creyente– que hay algo sagrado en el Bierzo: “algo muy antiguo, poderoso y melancólico”. Asimismo, necesita sentir la cercanía de las montañas, el abrigo de la vegetación, el modesto ajetreo de los pájaros, la vida de la luz, la conversación del agua... Algo que está presente en su obra. Todo eso y también el ser humano como vaso de la historia, “además de ciertas plazas envejecidas por los encuentros, algunos bares que se dirían surgidos del inconsciente o esos como concilios de casas maduras y austeras, pero no secas, nunca secas, conforman espacios que invitan a la concentración”. Todo ello está, de una manera explícita, en su obra 'El hombro izquierdo“ (Visor, 1995), y sobre todo (aunque más interiorizado) –matiza– en 'La habitación amarilla' (Bartleby, 2012), que es el más berciano de sus libros, por el que recibiera el Premio de la Crítica de Madrid 2012. Si bien los premios, a medida que va cumpliendo años, le resultan cada vez menos útiles. ”Es mejor tener un buen editor que un buen premio“, señala. No obstante, se siente satisfecho de haber logrado tanto este galardón como el Francisco de Quevedo porque ”uno no tiene que presentarse a certamen alguno para ganarlos. Esos, en principio, siempre son bienvenidos, al margen de que tengan o no dotación económica“.

El articulismo como el columnismo periodísticos son géneros que obligan a ordenar y aclarar ideas, a preguntarse sobre la consistencia de lo real y a situarse dentro de una esfera de compromiso. Para mí son trabajos estimulantes, pero trabajos, no creaciones.

Enamorado del Bierzo y en general de la provincia de León, Juan Carlos Suñén está convencido de que esta tierra siempre ha sido abierta, culta y curiosa, “y siendo mucho más permeable que otras regiones ha sabido mantener su identidad, su carácter”. Además, cuenta con una sustanciosa nómina de poetas y narradores que, según el autor de 'Por fortunas peores', podríamos achacarlo al filandón, al amor por la fabulación oral y a una comprensión innata de que el mundo solo se entiende (y sólo se maneja) en su referir... “La facilidad para pensarse como relato no es ajena a eso, como tampoco lo deben de ser los largos inviernos o los profundos vinos del año. Podríamos achacarlo a muchos factores, pero a lo mejor es sólo un enigma”.

Como poeta, que entiende que la poesía define sin ser definible y hace las reglas, no las sigue –por eso es tan fácil de imitar y tan difícil de hacer–, ha publicado en prestigiosas editoriales como Cátedra o Visor, aparte de los ya mencionados poemarios, títulos como 'La prisa' y 'Cien niños', que marcan épocas clave en su vida. Si bien está convencido de que su mejor libro aún no lo ha terminado de escribir.

Deudor de autores como San Juan, César Vallejo o el grandísimo Shakespeare, que lo han acompañado siempre, Suñén, a quien no le gusta figurar en antologías, porque cree que siempre sale malparado -ya que lo que aparece es fragmentado, incompleto, insuficiente-, ha vuelto, tras muchos años, a otros poetas como Rimbaud o Celan. Y, de entre los vivos, lee con especial cariño a Antonio Gamoneda, a Olvido García Valdés, a Concha García, a Ildefonso Rodríguez... con quienes aprende. “Pero hacer una lista (¿por qué no he citado a Villon o a Hadewijch de Amberes, a Saint-John Perse, a Claudio Rodríguez, a Uxío Novoneyra o a Rosalía de Castro?) es siempre imposible. Al menos para mí que no soy un estudioso, que no leo siguiendo un plan”, agrega, a sabiendas de que hay maestros de primaria, de secundaria y de doctorado. “Unos enseñan a leer, otros a pensar, otros a solucionar”.

Creador de la Escuela de Letras de Madrid

Aparte de poeta, cuya poesía “es muy narrativa, aunque no lo parezca”, que no “prosaica” ni “argumental” -porque tiende a escribir libros, “no poemas, nunca pequeños poemas”, y porque cada uno de sus poemarios muestra una progresión dramática, una composición, aun en ausencia de una historia reconocible-, Suñén fue creador de la Escuela de Letras de Madrid así como fundador y director de la revista 'El Crítico', donde ejerció como caricaturista, y también crítico literario en prestigiosos diarios como 'El País' o el 'ABC Cultural'.

Respecto a su experiencia en la Escuela de Letras, cuenta que fue un fracaso, habida cuenta de que aspiraba a hacer algo mucho más ambicioso, a consolidar un escenario de creación para una literatura comprometida con la crítica de la realidad y la investigación de valores estéticos. “Eso asustaba a los alumnos y nos hacía parecer casi sectarios ante la administración. Finalmente enseñamos a leer con criterio a dos o tres generaciones y formamos uno o dos buenos escritores en 20 años. También desarrollamos y transmitimos una metodología de enseñanza de la escritura creativa que es la que se usa actualmente, mejor o peor, en todas partes”. Y sobre la revista 'El Crítico' recuerda que era una revista asamblearia, en el sentido de que la redacción se reunía una vez al mes en una comida y allí se decidía el contenido del número. “Había un solo criterio, si nadie quería hacer la crítica de un libro, no era bueno. En los periódicos es diferente; a veces puedes escoger, pero no es lo normal, y las presiones (no sólo de tiempo y extensión) son otras; es más fácil ganarse enemigos. Pero en general diría que el ejercicio de la crítica es una buena práctica que, además de rentabilizar su experiencia lectora, le obliga a uno a mantenerse en forma y al día. La caricatura la he dejado casi completamente, y me da un poco de pena”.

Siendo mucho más permeable que otras regiones, la provincia de León ha sabido mantener su identidad, su carácter.

En realidad, lo que nunca ha abandonado es su faceta como articulista –él que tantos artículos ha escrito y publicado, dedicados algunos a figuras como Artaud, Bataille o el propio César Vallejo-. Tanto el articulismo como el columnismo periodísticos son géneros que obligan a ordenar y aclarar ideas –según Suñén–, a preguntarse sobre la consistencia de lo real y a situarse dentro de una esfera de compromiso. “Para mí son trabajos estimulantes, pero trabajos, no creaciones (salvo porque todo trabajo intelectual es necesariamente creativo): aunque los abordo de una manera muy poco académica, los reconozco solicitados y sé que soy en ellos menos libre”.

En la actualidad, colabora con la 'Revista de Occidente' y ha terminado de corregir un libro antiguo, 'El viaje de todos', ahora titulado 'En el hotel', que sólo espera editor para sufrir una última revisión. “En realidad, ha sido una reescritura, una reinterpretación. Y me gustaría finalizar, este verano, 'El acabose', un texto alucinado (y puede que desquiciante) sobre la disolución de la realidad, sobre el fin”.

Entrevista breve a Juan Carlos Suñén

Las redes sociales sirven para aprender otro idioma y olvidar el propio.

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

No sé... ¿'Poesía y verdad', de Goethe?

Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida).

Bartleby.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

Paulo Coelho.

Un rasgo que defina tu personalidad.

Intensidad.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

Lealtad.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

Que hemos llegado a un punto en el que hay que elegir.

¿Qué es lo que más te divierte en esta vida?

Una sobremesa con los amigos.

¿Por qué escribes?

Me encantaría poder decir que “para fumar”, pero ya lo dijo Danilo Kis; así que responderé que, simplemente, no he podido evitarlo.

¿Crees que las redes sociales, facebook o twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

Sirven para aprender otro idioma y olvidar el propio.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

Las clásicas.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

Escribo uno (http://magaz.deletras.es/), porque me sirve para reírme de mí mismo.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

“La noche es la mitad de la vida, y la mejor mitad” (Johann Wolfgang von Goethe).