Héctor-Luis Suárez: “He encetado todo lo que se me pone por delante”

Manuel Cuenya

Profesor e investigador en las áreas de Musicología y Etnomusicología, el leonés Héctor-Luis Suárez Pérez es asimismo autor de libros como 'La desconocida Semana Santa de la provincia de León', editado por la Fundación Monteleón de Caja España/Duero, y premiado por el Instituto Leonés de Cultura (Diputación de León) como mejor publicación de carácter divulgativo sobre temas leoneses, “un volumen ilustrado por las fotos de un magnífico equipo de fotógrafos coordinado por el inolvidable Norberto Cabezas”; o bien 'Instrumentos populares', perteneciente a la colección de etnografía de 'Diario de León'.

También ha publicado obras, en colaboración con otros autores, como 'La cultura sonora tradicional' en 'Guía del Patrimonio Cultural de las comarcas de Cuatro Valles', trabajo que fuera premiado por el Instituto Leonés de Cultura como mejor publicación de carácter divulgativo sobre temas leoneses. O bien 'Guía de juegos tradicionales de Montañas del Teleno', que realizara con el etnógrafo Joaquín Alonso.

Asimismo, merecen especial atención sus artículos sobre música y el carnaval en España, léanse sus 'Visiones del Carnaval', publicado por la Universidad de León y 'Carracas y matracas. Los sonidos olvidados de la Semana Santa', editado por el Museo Etnográfico Provincial de Mansilla de las Mulas y que forma parte del mismo, y por supuesto sus trabajos dedicados a las danzas religiosas de la provincia de León, en congresos y la revista 'Ateneo', entre otros, así como diversos sobre la filología del leonés, los instrumentos y la música popular y tradicional en esta provincia.

Doctor por la Universidad de Valladolid, en la actualidad ejerce como profesor del Conservatorio Cristóbal Halffter de Ponferrada, ocupándose del área de Historia de la Música, labor que compatibilizara en el pasado con la de profesor asociado de la Facultad de Educación de la Universidad de León, en Departamento de Didáctica de la Expresión Musical, y aun con la de profesor en la Cátedra de Etnomusicología del Conservatorio Superior de Música de Castilla y León de Salamanca.

'La desconocida Semana Santa de la provincia de León' es un volumen ilustrado por las fotos de un magnífico equipo de fotógrafos coordinado por el inolvidable Norberto Cabezas

Congresista, comisario de exposiciones, cofrade, miembro y secretario del Consejo Superior de la Casa de León en Madrid (sucediendo en el cargo al fallecido periodista leonés Félix Pacho Reyero)... Héctor-Luis es un todoterreno del ámbito cultural leonés, que coordina y mantiene en activo la interesante e interdisciplinar plataforma 'León Virtual': http://www.leonvirtual.org/, que promueve la Casa de León en la capital de España.

Si bien la oferta cultural que existe en León es amplia, según Héctor-Luis, está socialmente desaprovechada, porque, salvo la gente que dispone de tiempo y tiene un alto grado de formación, no suele asistir a eventos culturales. “No observo inquietud cultural entre los jóvenes, que están cada vez más titulados pero no formados ni en lo académico ni en lo cultural”, se lamenta, achacando esta falta de curiosidad cultural a una sociedad proteccionista, “desilusionada en lo referente a la cultura”.

Algo parecido ocurre, en su opinión, con respecto a la educación, que se ha convertido en un recurso para vivir, “un medio de vida y no en una vocación”, de ahí que “los profesores estén frustrados”.

Extraordinaria generación de escritores

Por lo demás, se muestra escéptico con respecto al ámbito literario en la provincia leonesa porque, aunque ahora existen grandes y reconocidos narradores como Juan Pedro Aparicio, Merino, Luis Mateo Díez o bien Julio Llamazares, no sabe qué ocurrirá con la siguiente generación de literarios, si tendrán tanta proyección como los anteriores.

De Aparicio destaca la claridad, de Merino, el rigor, de Mateo Díez, la realidad transfigurada. Y de Julio Llamazares alaba su coherencia. “Es riguroso, claro, breve y organizado”, apostilla.

Aparte de estos estupendos narradores, Héctor-Luis recuerda con afecto a Pereira, “un personaje genial, era socarrón, elocuente, un contador nato”, a Jesús Fernández Santos, sobre todo su libro, 'Los bravos', Torbado, con su 'Tierra mal bautizada', Aragón Escacena y su 'Entre brumas', entre otros muchos intelectuales como Honorato García Luengo, autor de 'León y su provincia en la Guerra de la Independencia española', “”que ayudara a formar a muchos abogados de la generación del padre de Zapatero en el campo del derecho“, el historiador, jurista y crítico literario Julio Puyol, que publicara una edición crítica de 'La pícara Justina' (una obra imprescindible para los leoneses y leonesas) o el Padre Isla, que publicara la 'Historia del famoso Fray Gerundio de Campazas, alias Zotes'.

En lo referente a la etnografía, destaca sobre todo a dos autores leoneses, su colega Joaquín Alonso, “el mejor”, y José Luis Alonso Ponga, quien fuera su director de tesis.

Como investigador, Héctor-Luis ha hecho su incursión en la gastronomía en la provincia leonesa, con dos trabajos, a saber, 'La cocina en las Comarcas Leonesas' (fascículos 16 y 17), que editara 'Diario de León', y 'Cocina Campesina leonesa', libro editado por Lobo Sapiens, en el que relaciona gastronomía y música popular leonesa a través de distintas letras de canciones presentes en la tradición y los cancioneros donde se alude a todo tipo de platos y productos.

No observo inquietud cultural entre los jóvenes, que están cada vez más titulados pero no formados ni en lo académico ni en lo cultural

'Cocina campesina leonesa' es una obra coordinada por el periodista y escritor Tomás Álvarez, en la que participaran varios autores conocidos como Rogelio Blanco, Agustín Remesal, Eugenio de Nora... o el propio editor Martínez Reñones, aparte del propio Héctor-Luis, quien también ha contribuido, con sus investigaciones, a la defensa, puesta en valor, recuperación y 'refolclorización' de ciertas fiestas y celebraciones en desuso como “las Marzas o Rondas leonesas” así como el festejo, en la capital leonesa, de “San Antón”.

“He encetado todo lo que se me pone por delante”, glosa este intelectual leonés, que reivindica el patrimonio lingüístico leonés, “desde el punto de vista social”, a la vez que recuerda al fallecido Millán Urdiales (miembro de la Real Academia Española) como gran estudioso de las hablas leonesas.

En estos momentos, está con tres proyectos, “dos oficiales y otro extraoficial”, matiza Héctor-Luis.

Entrevista breve a Héctor-Luis Suárez

“Llegar a tanto desarrollo de la humanidad para que se materialice en tan poco resultado humano”.

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

Hay varios relacionados con diferentes contextos que, sorprendentemente, cada vez que los releo buscando enlace a nuevas y diferentes perspectivas me aportan distintos datos y detalles. En muchos casos capitales y antes no tenidos en cuenta por ser, al menos, irrelevantes desde otros postulados investigadores.

Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida).

¿Sabino Ordás? ¿El abuelo “cebolleta”?¿El asistente del Coronel Baselga de 'La araña negra'?¿Los reñuberus?¿Max Estrella o el Marqués de Bradomín?¿Zalacaín?¿Alatriste?¿El arriero de Bembibre?¿Justina y Peralbillo de Omaña –los pícaros–, D. Rodrigo de Peñadura o Fray Gerundio?¿Pármeno y Sempronio?¿El bandido Fendetestas y el ánima del bosque?¿Pepe Carvalho, el detective?¿Todo el elenco de 'La esfinge Maragata'?¿Los 'maquis' protagonistas de 'imprescindibles' o de 'Luna de Lobos'?¿Los ferroviarios del Transcantábrico? Para mí pueden ser perfectamente estereotipos intemporales e imprescindibles de la vida diaria que se pueden relacionar con la provincia leonesa. Sobran las princesas y los galanes, más allá de las expectativas ñoñas. Para mí no sobran los personajes de otras realidades culturales y contextos literarios pero, con los españoles y locales, hay materia suficiente para interpretar la realidad y son, si no más comprensibles que Werther o Parsifal, más cercanos.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

Uno no, muchos de los que además no me ha quedado más remedio que leer atento y de “cabo a rabo” para vaciar de datos de interés para mis investigaciones.

Un rasgo que defina tu personalidad.

No soy el más indicado para responder en relación a mi persona y menos de forma escueta, como muchos con socarronería pueden corroborar. Si bien es cierto que aspectos que ni tan siquiera me plantearía atender, en el caso de tener que fijarme para su valoración en ellos ante el perfil de otra persona, o lo que es lo mismo, que a mí no me dicen absolutamente nada, en los demás pueden resultar sorprendentes y muy valorados. Esto me deja perplejo y me ratifica en la concepción de que “no toco, ni escucho la misma música del mismo modo que algunos o muchos otros músicos con los que estoy. Y eso, aunque estemos sentados en la misma orquesta. Incluso, en mi análisis, tampoco interpreto la partitura y saco las conclusiones como el resto y percibo otros matices a propósito de las indicaciones del director”. Por fortuna, hay todavía bastantes paisanos 'raros' más. Cada uno con nuestros matices personalizados. Elementos con los que hasta llegamos a atraer la atención de otros “piraos sociales y culturales” que se fijan en nuestro trabajo y su resultado, con independencia de nuestras personas, singularidades, excentricidades o grado de estupidez.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

Un conjunto circundante plural de aspectos socioculturales y humanos heredados, aprendidos y experimentados que interaccionan, hacen y configuran a ese ser humano hacia ese concepto precisamente de persona. Ser vivo racional, único y con criterio para decidir por sí mismo y sin constituirse en un botarate, fácilmente influenciable e incapaz de elaborar su interpretación reflexiva de lo que le rodea y sacar conclusiones aplicables como pauta correctora para mejorar.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

La política, planteada desde la perspectiva ideológica o de opinión que sea, surge de modo inevitable en toda sociedad bajo el formato organizativo que fuere. El problema ante ella a lo largo de la historia es siempre de recursos humanos, no de su propia naturaleza y necesaria función. “No se sabe muy bien” la causa desde antiguo, pero es bien cierto que muchos de los “seres vivos bípedos” que se vinculan a este servicio “al común” se van situando lejos –y algunos ya desde su planteamiento inicial– de los planteamientos altruistas, filantrópicos y de gestión de servicio para con la comunidad que debieran guiar su labor. Esos comportamientos no deseados traen la putrefacción del sistema y el desencanto general que, a su vez, siempre irresponsablemente, por parte de causantes y receptores pasivos o acomodaticios y conformistas en su participación social, traen el surgimiento de insospechadas propuestas de solución de consecuencias siempre mucho más nefastas. Incomprensiblemente, el Homo sapiens en sociedad es 'asín'.

La sociedad: frustrante en todo orden. “Llegar a tanto desarrollo de la humanidad para que se materialice en tan poco resultado humano”. Por centrarnos. En temas de cultura general basta preguntar a muchos sobre cualquier asunto. Pocos son los coherentes, cultos y razonables en sus respuestas, si es que las tienen. Considero que nuestra civilización está en proceso decadente y de descomposición vertiginosa de su trayectoria sociocultural alcanzada hasta la actualidad. Nada que no haya pasado tantas veces y que no cesará de pasar. La nueva realidad cibernética y tecnológica, globalizada y con nuevos interlocutores como Internet, han enterrado el neolítico y su concepción vital. Hay un cambio de era y eso requiere un nuevo pensamiento, nuevas estéticas y nuevas formas de interpretación, relación y expresión. Surgirán sin duda nuevos hombres brillantes, acordes a los nuevos valores para permitirles interpretar su realidad más allá de la mayoritaria masa 'gilipollesca' intemporal de la que no se van a poder librar, se manifieste bajo el perfil que fuere.

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

La vida en sí misma, como inevitablemente implica la muerte y la muy dificultosa supervivencia, para mí tiene poco o nada de divertido. Lo que sí es muy divertido en ocasiones, máxime si somos algo socarrones o tenemos retranca y sentido del humor, es lo que nos sucede a los humanos en ella día a día. Y en especial, el modo de recrear lo sucedido para contarlo.

¿Por qué escribes?

Por placer rotundamente no. Disculpen los aficionados y literatos, la música cubre esa parcela. Pero, en mi caso, puede ser debido más a una necesidad por lo general debida a “gajes del oficio”. En realidad desconozco el motivo, máxime cuando, además, aquí no se paga el trabajo y cada vez se lee menos por la causa que fuere, hasta en ámbitos profesionales. Ante tal realidad contar o enseñar por escrito es algo más que cuestionable...

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

En absoluto -y eso que participo en varios 'Caralibro' Fb “de esos”- tal y como están planteadas sus pautas y filosofía de brevedad y contracción lingüística. ¿Puede alguien plantearse tal cosa?

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

Como por el momento no practico la literatura por deleite personal, ni con fin de deleite a terceros, trato de acercarme a toda fuente que me permita documentar aquello que vertebra el asunto que trabajo en cada momento y que tengo que compartir, obligadamente en muchas ocasiones, por escrito.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

No y por ello reitero mis disculpas a los aficionados que se puedan ofender por mi vehemencia, además cuando sí lo hago con alguno de los musicales o de otras disciplinas. En los que participo -con entusiasmo y grado de participación variable en lo afectivo-, no me planteo casi nada más allá de su empleo como plataforma divulgativa de toda índole. Eso sí, procuro ser correcto en la medida de mis posibilidades en el complejo oficio de escritor en que irrumpo como advenedizo de modo forzado por la situación.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

“Me encanta que me formule esta pregunta”, ¡Ah, pero, más allá de intentar analizarlo ¿se puede entender?¿Tiene entendimiento posible?, “un servidor y otras hierbas, siempre atropando telares pu´l mundu alanti”. Podría haber sido más breve pero, ¡me ha sido imposible! como muchos saben. Una vez más no he querido sorprenderos con mi laconismo telegráfico -que también tengo-, disculpad las molestias.